Palacio de Schwerin. Guía para visitar el “Neuschwanstein del norte”

Como algunos ya sabréis nos encantan los palacios y jardines por lo que siempre que podemos intentamos que en nuestras escapadas no falte un lugar así. Tras visitar la encantadora ciudad de Lübeck y pasar un día en Hamburgo teníamos claro que nuestra escapada por el norte de Alemania no podía acabar sin una visita al palacio de Schwerin o Schweriner Schloss, conocido como el “Neuschwanstein del norte”. Los que conozcáis Neuschwanstein sabréis de lo que hablo por lo que sin pensarlo cogimos un tren hacia Schwerin, capital del estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y rodeada por 7 lagos 😮 Un paraje perfecto para un palacio de cuento.

Este asombroso edificio fue durante siglos el hogar de los grandes duques de Mecklemburgo y, posteriormente, de Mecklemburgo-Schwerin. En la actualidad se encuentra la sede del Parlamento Regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Es considerado una de las obras más importantes del historicismo en Europa. La construcción actual data de mediados del siglo XIX aunque venía a sustituir una antigua fortaleza que ya había en la isla. La belleza del palacio y de sus jardines le ha valido para ser candidato a convertirse en patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Aunque por si las moscas nosotros nos adelantamos a visitarlo.

palacio de schwerin puente

¿Cómo llegar a Schwerin?

Nosotros veníamos desde Lübeck y por unos 15 euros y una hora de tren estas en la preciosa Schwerin. En general las conexiones en Alemania son muy buenas, los trenes super puntuales y con bastante frecuencia así que creemos que es la mejor forma de moverse por Alemania.

Desde la estación de tren de Schwerin al palacio se puede llegar andando en unos 15 min. El paseo se hace bastante ameno ya que se pasa junto a la orilla de uno de los lagos y por una de las calles más animadas de la ciudad. Así que, casi sin darnos cuenta ya estábamos cruzando el puente que da acceso a la preciosa isla dentro del Lago Schweriner (Schweriner innensee).

palacio de schwerin exterior

palacio de schwerin patio

Visita al Palacio de Schwerin

La visita al palacio la podemos dividir en dos grandes partes. Por un lado, la parte del edificio histórico y el museo. Por otro lado, los jardines que a su vez pueden dividirse en dos, los jardines del palacio que están situados en la misma isla y el jardín inglés que se extienden al otro lado del puente .

Cuando llegamos el tiempo no nos acompañaba así que decidimos visitar primero el palacio con la esperanza de que al salir nos recibiría un sol estupendo para visitar los jardines.

Las entradas al palacio se compran en el mismo edificio, si bien los jardines son totalmente gratuitos. Al final del post os dejamos toda la información. Durante la primera parte de la visita se realiza un recorrido por las diferentes salas del palacio. La mayor parte del palacio actual se construyó entre 1845 y 1857 y su diseño está inspirado en los castillos del valle del Loira (¡algún día los visitaremos!).

De entre todas las salas nos quedamos con el recuerdo de las dos más bonitas:

Salón del Trono

El Salón del Trono del palacio de Schwerin está perfectamente preservado, con el mobiliario de época y con todo lujo de detalles. Junto al salón del trono se pasa estratégicamente a la galería de los retratos de los anteriores duques de Mecklenburg-Schwerin, para que los visitantes tuvieran rendir honor a sus ancestros.

Salón del Trono - Palacio de Schwerin

Habitación de las flores

Otra de las habitaciones que más nos sorprendió fue la Habitación de las Flores, un salón circular que ocupa la torre principal del palacio decorada con diferentes motivos florales y 6 cariátides (columnas con forma humana). Desde sus ventanas se observan unas magníficas vistas del lago y los jardines de la isla.

Habitación de las Flores - Palacio de Schwerin

Fantasma Petermännchen

Como no podía ser de otra manera el palacio de Schwerin cuenta con su propio fantasma: Petermännchen. Este enano saltarín vestido con ropa de época es el vigilante del castillo y
se dice que recompensa a aquellos que sean honestos y buenos y castiga a los ladrones e intrusos. La verdad que no nos vendría mal para casa  😛

Las demás salas del palacio también merecen la pena aunque tras visitar tantos palacios en Europa hay que decir que nos sorprendieron tanto.  Tras la visita por las salas del palacio se puede acceder a un pequeño museo con piezas de época y una exposición de armas.

Jardines del Palacio de Schwerin

Tras la visita a los interiores salimos ansiosos hacia los jardines a pesar de que el tiempo no nos acompañaba demasiado. Como decíamos el paseo por los jardines los podemos dividir en dos partes, siendo la primera de ellas los Jardines de la Isla situados en la propia isla donde está situado el palacio.

Jardín de la Isla

Estos jardines son relativamente sencillos pero cuentan con diversas terrazas panorámicas para observar las vistas del lago y un invernadero muy elegante. Nosotros no tuvimos demasiada suerte con el día pero si tenéis la oportunidad de ir en un día despejado deben ser realmente increíbles.

Palacio de Schwerin

Jardín Barroco

Tras rodear el palacio y disfrutar de las vistas panorámicas cruzamos el puente para volver a tierra firme y visitar la otra gran parte ajardinada del palacio.

Jardines del Palacio de Schwerin
Se trata de un complejo único en el norte de Alemania. El jardín, diseñado por el francés Jean Laurent Legeay, está dominado por un enorme canal  custodiado por decenas de estatuas.  Esta parte realmente vale la pena ya que a medida que vas llegando al final del canal las vistas sobre el palacio de Schwerin son cada vez más espectaculares.

Jardines del Palacio de Schwerin

Junto a estos jardines de estilo barroco se extiende una zona arbolada con algunos canales, ideal para un paseo.

Schwerin: capital de Mecklemburgo-Pomerania Occidental

Para acabar el día y si disponéis de más tiempo no olvidéis dar un paseo por la ciudad de Schwerin, la capital más pequeña de los Estados federados de Alemania. Nosotros paseamos por sus calles principales y junto a uno de los siete lagos de la ciudad. Aprovechamos para pararnos a comer en un mercado lleno de camiones de comida rodeados de alemanes y así integrarnos un poco con los paisanos. La verdad que nos quedamos con ganas de pasear más tiempo por Schwerin, creemos que es una ciudad en la que se puede disfrutar el día entero.

Información Práctica

 

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