En nuestra ruta por el norte de Aragón no podía faltar una visita a Santa Cruz de la Serós. Este pequeño pueblo se encuentra situado en la comarca de Jacetania, provincia de Huesca, en el corazón del valle del río Aragón y a los pies de la Sierra de San Juan de la Peña. A pesar de su belleza y de estar catalogado como Conjunto Histórico Artístico del Camino de Santiago, Santa Cruz de la Seros pasa a menudo desapercibido por los visitantes que dejan de lado el pueblo de camino al Monasterio de San Juan de la Peña. Sin embargo, os recomiendo encarecidamente que si tenéis ocasión le dediquéis una breve visita a este pueblo, como antesala a la visita al Monasterio.
El nombre, “de la Serós”, hace mención a las hermanas sorores que se establecieron allí a mediados del siglo X cuando se fundó el Monasterio de Santa Maria de la Serós.
El monasterio se mantuvo hasta finales del siglo XVI, cuando tras el Concilio de Trento se impuso la obligación de trasladar las comunidades religiosas situadas en el ámbito rural a núcleos urbanos. Así fue como la orden benedictina se trasladó a Jaca en 1555.
Lo único que queda del monasterio es la monumental iglesia de Santa María, una verdadera joya del románico aragonés, en la que destaca su formidable torre.
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Tras la visita a la iglesia románica, resulta imprescindible dar un paseo por las encantadoras calles empedradas del pueblo, disfrutar de su arquitectura tradicional y de la paz que se respira.
Finalmente, también os podéis acercar a la iglesia de San Caprasio en la parte baja del pueblo, claro ejemplo de la variante lombarda del románico del siglo XI.
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