El encantador pueblo de Domme, también conocido como la bastida de Domme por las murallas que lo rodean, domina el valle de la Dordogne (Perigord Noir) desde lo alto de un acantilado a 150 m sobre el río, desde el cual se pueden disfrutar de una de los mejores panorámicas de la región. Desde que preparamos nuestra ruta por la Dordogne teníamos en mente que esta era una de las paradas obligatorias y sin duda no nos equivocamos.
La bastida de Domme fue construida en 1281 por decisión del rey Felipe III el Atrevido y tuvo un papel muy activo durante la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, debido a su estratégica ubicación. De ahí las robustas murallas que rodean la villa.
Dejamos el coche en uno de los parkings habilitados fuera de la bastida e iniciamos el ascenso hacia la villa. Entramos a Domme por la puerta principal de la bastida: Porte des Tours. En los torreones que flanquean la puerta aun se pueden observar marcas en las paredes de los templarios que fueron aprisionados bajo sus muros. Una vez traspasada la puerta, la mejor manera de recorrer Domme y descubrir su rico pasado histórico es dejándose llevar por las animadas calles llenas de pequeños comercios, recorriendo sus murallas y puertas fortificadas o simplemente descansando en alguno de los espectaculares miradores. Además la villa esconde otros secretos ya que bajo sus pies se haya la mayor cueva natural Perigord Negro, a la cual se accede desde una gruta cerca de la plaza principal del pueblo.
Información Práctica – Domme
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- Se encuentra situado a 10 km al sur de Sarlat la Caneda y a 10 km de Castelnaud.
– Alojamiento
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