La Reserva Natural del Nacedero del Urederra es uno los lugares más mágicos de la geografía de la Comunidad Foral de Navarra. Está situado dentro de los márgenes del Parque Natural de Urbasa y Andía en el municipio de Baquedano. Se trata de un enclave natural formado por el nacimiento del río Urederra en el que encontraremos una sucesión de cascadas y pozas naturales que nos sorprende tanto por el color de las aguas del río Urederra como por el entorno que lo rodea.

El nacimiento del río Urederra se origina por la salida natural del agua almacenada en el acuífero del macizo kárstico de Urbasa. Constituye un verdadero paraíso acuático al cobijo de un bosque de hayas. Sin duda, estamos ante de uno de los paisajes más singulares que se pueden visitar durante un viaje a Navarra.

En este artículo, te contamos nuestra visita a la reserva natural y algunos datos prácticos que te ayudarán a preparar la visita al Nacedero del Urederra.

Preparar la visita al Nacedero del Urederra

El acceso a la Reserva Natural del Nacedero del Urederra es gratuito, pero es obligatorio reservar previamente por cuestiones de aforo. Ahora bien, si como nosotros, vas con tu vehículo tendrás que abonar 5 € para poder aparcar en el parking del pueblo. Hay que tener en cuenta que no hay ningún otro aparcamiento en el pueblo por lo que si queréis ir en vuestro coche no os quedará más remedio que abonar la tasa correspondiente.

Queremos insistir que es muy importante reservar con antelación ya que las plazas del parking se agotan rápidamente. Especialmente durante los meses de verano y los fines de semana durante todo el año.

Para reservar plaza podéis hacerlo a través de la web oficial.

Excursión al Nacedero del Urederra

Desde la localidad de Boquedano, en el mismo parking donde estacionamos el vehículo, encontraremos un punto de información donde nos indicaran toda la información necesaria para realizar la excursión. Realmente el recorrido no tiene pérdida ya que los indicaciones hacia el Nacedero del Urederra empiezan en el mismo parking y nos guían a tráves de la pequeña localidad de Boquedano hasta llegar a nuestro objetivo.

La distancia total de la excursión desde el parking es de apróximadamente 6,2 km, lo que nos llevará alrededor de 2 horas en marcha sin tener en cuenta el tiempo que os quedéis a disfrutar de este paraje natural. Es una excursión sencilla e ideal para realizar en cualquier época del año, aunque en verano suele estar bastante concurrida.

Comenzamos la excursión cruzando el pueblo de Boquedano siguiendo las indicaciones. Tras atravesar el pueblo enlazaremos con una pista que desciende paulatinamente hacia el cauce del río. Desde aquí obtenemos una bonita instantánea del entorno que rodea este enclave natural.

A medida que descendemos empezamos a escuchar el ruido del agua de fondo. En la entrada de la Reserva Natural hay una caseta con un guarda que controla el acceso y nos da una breve explicacion sobre las normas. Desde este punto, ya nos adentramos en un precioso hayedo y la parte más interesante del recorrido.

La excursión discurre a partir este punto a orillas del río donde iremos encontrando varias plataformas y miradores para contemplar las cascadas y pozas naturales. El intenso color turquesa del agua sobresale entre la frondosa vegetación regalándonos imágenes realmente espectaculares.

El sendero continúa río arriba pudiendo disfrutar de una sucesión de bellos y coloridos paisajes donde en la época estival predominan los tonos verdes y azules. En otoño tiene que ser precioso con la caída de las hojas, por lo que también recomendamos visitarlo en esa época del año.

Cuando realizamos la visita el tramo final del sendero se encontraba cerrado con el objeto de preservar y recuperar parte de este espacio natural.

El camino de regreso lo realizamos por un camino paralelo que finalmente enlaza con la pista que nos conduce hasta el pueblo. En Boquedano encontraréis algunos bares donde se puede comer y/o tomar algo para recuperar fuerzas después del paseo.

Hasta aquí esta excursión fácil que nos lleva a través de uno de los paisajes más impresionantes de Navarra.

Si contáis con algo más de tiempo, podéis complementar esta visita con el balcón de Pilatos, un mirador con fabulosas vistas sobre la sierra de Urbasa.

Información práctica

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