Si estás de visita por Madrid y buscas un refugio donde perderte entre la belleza de la naturaleza y el peso de la historia, los Jardines de El Capricho en la Alameda de Osuna son una parada obligatoria. Este parque, quizás uno de los secretos mejor guardados de la capital, es una joya del Romanticismo que nos transporta a otra época.
El Jardín de la Alameda de Osuna, más conocido como Jardín de El Capricho, fue concebido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX por orden de la Duquesa de Osuna, María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel. La duquesa, una de las figuras más influyentes de su tiempo, tenía una visión clara: crear un lugar que combinara el arte, la naturaleza y el ingenio humano. Para ello, la Duquesa de Osuna contrató a destacados artistas, escenógrafos y jardineros de la época para diseñar este jardín. La construcción comenzó en 1787 y continuó hasta 1839, bajo la supervisión de arquitectos como Jean-Baptiste Mulot y paisajistas como Javier de Winthuysen. El resultado es una de las villas aristocráticas más importantes que se conservan en España, declarado Bien de Interés Cultural como Jardín Histórico.
Tras la muerte de la duquesa, el jardín experimentó un periodo de decadencia, hasta que en 1974 el Ayuntamiento de Madrid lo adquirió y emprendió su restauración, culminada en 1999. Desde entonces, podemos disfrutar de uno de los jardines más bonitos de España.
Los Jardines de El Capricho
Este idílico espacio ofrece una serie espacios y edificaciones singulares, llamadas Caprichos, que capturan la imaginación de todos los que los visitan. A continuación, exploramos algunos de los rincones que más nos gustaron de este jardín.
Plaza de los Emperadores
La Plaza de los Emperadores debe su nombre por los bustos clásicos que rodean la misma. El elemento principal es un templete formado por cuatro columnas jónicas, esculturas y esfinges. En el centro se ubica un busto de bronce de la Duquesa de Osuna.
El Templete de Baco
El Templete es una estructura neoclásica rodeada de columnas jónicas, dedicada al dios del vino, Baco. Fue construido en 1789 y está situado sobre una colina en la zona más alta, un lugar estrategico desde donde se puede disfrutar de una bonita panorámica del jardín. Es uno de los puntos más bonitos y fotografiados de El Capricho.
En el centro del conjunto se añadió a finales del siglo XVIII una escultura de Baco, que sustituyó la estatua original de Venus que decoraba el conjunto.
El Palacio de los Duques de Osuna
El Palacio de los Duques de Osuna, aunque modesto en tamaño, es el corazón de los jardines. Diseñado por el arquitecto Pedro de Alcántara Téllez-Girón, este edificio neoclásico destaca por su elegancia y su integración con el entorno natural. Sus interiores, decorados con frescos de temática mitológica y muebles de época, reflejan el gusto refinado de la duquesa. El palacio se encuentra rodeado de parterres geométricos, estanques, fuentes y hasta un laberinto.
Refugio de la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil se construyeron diversas estructuras militares dentro de los jardines. Entre ellas, destaca un refugio antiaéreo realizado en 1937 que durante la contienda fue la sede del Estado Mayor del Ejército Republicano.
El Abejero
Ubicado estratégicamente entre árboles frondosos y flores silvestres, el Abejero es un encantador pabellón, con techo a dos aguas y diseño rústico, que fue construido entre 1794 y 1797. Esta singular construcción singular estaba dedicada a la apicultura, una pasión de la duquesa que refleja su interés por la naturaleza, y evoca la importancia de las abejas en el mantenimiento del jardín.
El edificio contaba con diversas trampillas metálicas que permitían entrar y salir a las abejas. Los panales se encontraban dentro y se podían observar a través de unos cristales que aislaban las colmenas.
En la parte central del edificio encontramos una elegante sala circular rodeada de columnas corintias, donde destaca una estatua de Venus en el centro. La estatua es una réplica de la original estatua de Venus realizada en mármol de Carrara por Juan Adán.
El Fortín
El Fortín es una recreación de un fuerte o ciudadela a escala reducida. Construido con robustos muros de piedra y diseñado para parecer una estructura defensiva con baluartes y foso perimetral. Originalmente contaba con cañones, puente lavadizo e incluso un muñeco de un soldado a escala real totalmente uniformado.
Ría y Lago
Desde el Fortín podemos observar que nace un canal o ría que conecta esta estructura con un gran lago artificial formando uno de los espacios más bonitos del jardín. En el centro hay una pequeña isla con una pequeña cascada que añade una nota de encanto a este bonito rincón.
Casa de Cañas
La Casa de Cañas, ubicada junto al lago, es un ejemplo perfecto de arquitectura rústica integrada en el entorno natural. Construida como indica su nombre con caña, esta casa alberga un embarcadero y un gabinete de descanso. Desde sus ventanas, se podían observar las tranquilas aguas del lago, al tiempo que el gabinete servía como comedor ocasional. Desde aquí partían los paseos recreativos por el lago y la ría.
El Casino de Baile
El Casino de Baile es otro de los «caprichos» del jardín. Este elegante pabellón, diseñado para albergar eventos sociales, refleja la faceta festiva de los jardines. Decorado con frescos y detalles ornamentales, el Casino de Baile era el epicentro de la vida social en El Capricho, donde se celebraban bailes, conciertos y recepciones.
Como detalle práctico, indicar que detrás de esta estructura se encuentran los baños públicos del jardín.
Jardín de Flores
El Jardín de Flores se encuentra muy cerca del Casino de Baile y uno de los espacios más hermosos de El Capricho. Este espacio, cuidadosamente diseñado, presenta una exuberante variedad de plantas y flores que en primavera y verano crean una estampa muy colorida y fotogénica.
Casa de la vieja
La Casa de la vieja es otra construcción ornamental de los jardines de El Capricho. También data de finales del siglo XVIII y busca imitar una antigua casa de labranza. En el interior encontramos utensilios de época y las paredes estñan decoradas con pinturas neoclásicas y tampantojos.
Con esta última visita, damos por finalizado el recorrido por los Jardines de El Capricho. Sin duda, un oasis de belleza y serenidad en el corazón de Madrid que nos invita a descubrir parte de la historia y a disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.
¿Cómo llegar a El Capricho desde el centro de Madrid?
Llegar a los Jardines de El Capricho desde el centro de Madrid es bastante sencillo y se puede hacer utilizando el transporte público, ya sea en metro o en autobús.
Metro
- Línea 5 (verde): Toma la Línea 5 del metro en dirección a Alameda de Osuna y bájate en la estación de El Capricho. La entrada al jardín está a unos 10 minutos a pie desde la estación. La Línea 5 conecta con otras líneas importantes en estaciones céntricas como Callao, Gran Vía y Chueca, lo que facilita el acceso desde cualquier punto del centro de Madrid.
Autobús
- Línea 101: Puedes tomar la línea de autobús 101 desde el intercambiador de Canillejas. Esta línea te dejará cerca de la entrada del parque.
- Línea 151: También desde Canillejas, esta línea te llevará al mismo destino.
Horario
El parque de El Capricho solo abre sábados, domingos y festivos. Que no os pase como a nosotros que por despistados fuimos en viernes y tuvimos que volver al día siguiente.
- Del 1 de octubre al 31 de marzo sábados, domingos y festivos de 9 a 18:30 horas.
- Del 1 de abril al 30 de septiembre sábados, domingos y festivos de 9 a 21 horas.
- Los días 25 de diciembre y 1 de enero el parque permanece cerrado al público.
La entrada al jardín de El Capricho es gratuita.