La República Checa es tierra de castillos y plazas con edificios de colores. Un país joven y al mismo tiempo con una larga historia especialmente vinculada con el imperio austrohúngaro. Para la mayoría de turistas, la inigualable Praga ocupa el centro de todas las miradas. No obstante, cuando descubrimos la cantidad de lugares declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO que estaban fuera de Praga fue para nosotros un claro indicativo de los tesoros que esconde este país. Así pues, decidimos organizar una ruta de una semana por la República Checa.
A lo largo de este viaje de 7 días por la República Checa recorrimos principalmente las regiones de Bohemia y Moravia. Mientras preparábamos el viaje, ya quedamos muy sorprendidos por la gran cantidad de lugares para ver en estas regiones. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo por concentrar lo mejor de la República Checa en una semana combinando ciudades, castillos y pueblos. Dejamos los parques naturales para otra ocasión al igual que otros lugares de interés que por cuestión de tiempo no pudimos visitar.
Antes de entrar a contaros qué ver en la República Checa y daros todos los detalles nuestra ruta de una semana, os dejamos con algunos consejos para viajar a la República Checa.
Datos y consejos para viajar a la República Checa
La República Checa forma parte de la Unión Europea y del espacio Schengen por lo que será suficiente llevar el DNI.
La moneda es la Corona Checa, el cambio aproximado es de 1€ – 25 czh (en el año 2019 que es cuando fuimos nosotros). Los precios son ligeramente inferiores a España (al menos que en Mallorca), especialmente en las zonas rurales. Por el contrario, en las zonas turísticas los precios se igualan a España y especialmente los precios de las entradas son muy similares. Si queréis saber cuanto cuesta viajar a la República Checa os dejamos con el prespuesto para un viaje de una semana.
El idioma es el checo, un idioma que nos pareció complicadísimo y del que apenas conseguimos aprender algunas palabras como hola, por favor, gracias y adiós. En las zonas turísticas no hay problema para entenderse con el inglés pero fuera de ahí la gente no habla inglés, algo similar a lo que pasa en España, aun así no tuvimos ningún problema en comunicarnos.
Las raciones de comida suele ser bastante generosas. Abunda la carne servida de distintos modos y el pescado de río en regiones como Trebon donde hay grandes estanques. Y no podemos olvidarnos de la gran variedad de sabrosas sopas. ¡Probamos tantas como pudimos!
Para beber, la cerveza es la mejor opción. Vale la pena probar las diferentes variedades regionales (Regent, Pilsen, Budwar…).
La mejor época para viajar a la República Checa es entre abril y octubre. Lo ideal sería mayo y junio, ya que en julio y agosto el calor y especialmente el turismo pueden resultar agobiantes en algunas zonas como Karlstejn o Cesky Krumlov. Nosotros visitamos el país a principios de abril y aunque tuvimos un tiempo fabuloso, en lugares como Kromeriz es mejor ir en verano para verlo en todo su esplendor.
Otra cosa que nos llamó la atención es que en la República Checa hay cientos de castillos y palacios repartidos por toda su geografía. Nos tuvimos que conformar con hacer una selección con lo que mejor encajaban con nuestra ruta. Creo que acertamos prácticamente en todos.
En casi todos los monumentos y ciudades tuvimos que pagar parking. Nos recordó un poco a Eslovenia en este aspecto.
La gente fue muy amable y en ningún momento durante el viaje tuvimos sensación de peligro.
Las carreteras están, en general, en muy buen estado. Mucho mejor que otros países del este de Europa como Rumanía.
¿Qué ver en la República Checa en una semana? Mapa, itinerario y visitas
Ahora sí, os traemos nuestra ruta de 7 días por la República Checa con algunas de las visitas imprescindibles para descubrir este país. Para empezar os dejamos un mapa con todos los sitios que visitamos y el lugar donde nos alojamos. Cada jornada de viaje representa un color y el sentido fue el contrario a las agujas del reloj empezando por el color granate al sureste del país.
Día 1. Llegada a Eslovaquia. Lednice, Valtice y Mikulov
Salimos a primera hora de Palma con un vuelo directo a Bratislava. En dos horas y media ya estábamos en la capital eslovaca para empezar nuestra ruta. Teníamos contratado el coche de alquiler con Abrix, una compañía local eslovaca. Tras comparar varias compañías, nos decidimos por una empresa local tras nuestra experiencia de alquilar coche en Rumanía. Nos salió por 230€ una semana con seguro a todo riesgo sin franquicia y sin dejar tarjeta de crédito. El coche que nos dieron fue una Seat Ibiza y lo recogimos directamente en el aeropuerto.
Desde el aeropuerto enlazamos rápidamente con la autovía E65 que une Bratislava con la República Checa. La verdad que volar a Bratislava es una alternativa a Praga bastante buena ya que en poco más de una hora llegamos a nuestro primer destino en el sur de la República Checa. La primera visita del viaje fue el Paisaje cultural de Lednice-Valtice declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1996.
Castillo-palacio de Lednice
Después de conseguir unas coronas checas para el parking, empezamos nuestra visita al complejo declarado Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una importante posesión de la poderosa familia Liechtenstein propietaria de gran parte de la región de Moravia hasta bien entrado el siglo XX. Lednice fue el segundo de los palacios que construyó la familia Liechtenstein después de Valtice, con un aspecto romántico y preciosos jardines.
Dado que en abril aun no es temporada alta el palacio solo abre los fines de semana así que en esta ocasión nos conformamos con ver los exteriores. Aun así, por lo que pudimos leer, el gran atractivo son los jardines que rodean el palacio. Se distinguen dos zonas. La primera se extiende en el margen derecho del palacio y nos recuerda a un jardín italiano con setos, estatuas y muchas flores. Es esta área donde encontramos otro de los grandes atractivos, el invernadero. Se trata de una gran estructura de hierro y cristal muy elegante. La verdad que es uno de los más bonitos que hemos visto nunca.
La otra parte de los jardines son más bien de estilo paisajista inglés y ocupan un gran área alrededor del palacio. Encontramos un gran lago artificial y diversos canales. El elemento más llamativo es un enorme minarete de 60 m de altura que domina el horizonte desde el palacio. Hay cerca 1,5km hasta el minarete pero se puede hacer en un agradable paseo circular. Sin duda esta es la mejor manera de conocer el parque.
No es lo único que se puede ver cerca de Lednice. El templo de Apolo, el templo de las Tres Gracias o las ruinas del castillo de Juan son algunos de monumentos que decoran esta gran región natural y cultural.
- Página oficial del Castillo de Lednice
- Entrada jardines: gratuita
- Entrada palacio: entre 190CZK y 320CZK en función del tour y si se escoge o no visita guiada.
Nosotros nos conformamos por esta vez y vamos en busca de un lugar para comer. Acabamos en un pequeño y acogedor restaurante (Hospůdka U Korunky) cerca de Lednice. Comimos bastante bien (entrante, dos principales y postre) por 630 czk (25€aprox).
Palacio de Valtice
Nos ponemos de nuevo en ruta para visitar la otra joya de la región: Valtice. Una carretera recta de 8km separa las dos localidades por lo que no tardamos mucho en llegar.
El palacio de Valtice fue erigido cuando la familia Liechtenstein perdió su dominio sobre Mikulov. Se trata de un palacio de estilo barroco que fue edificado en el siglo XVII. Solo conserva parte del mobiliario ya que gran parte se lo llevó la familia Liechtenstein a Vaduz.
La fachada principal estaba en obras, por lo que nos quedamos con las ganas de verla en todo su esplendor. Adquirimos las entradas para el ultimo tour de las 16h. En esta época del año casi todos los sitios se pueden visitar hasta esa hora.
Antes de la visita aprovechamos para dar un paseo por los jardines y ver las distintas fachadas del palacio.
Aunque nos tocó el tour en checo tuvimos unos cuadernillos con la información en castellano. La visita fue interesante y pudimos recorrer sus elegantes salas, con muebles de época y sorprendentes estufas. Visitar la capilla barroca del palacio es también uno de los grandes atractivos de la visita.
- Martes a Domingo (1/04 al 30/04): 9.00–16.00
- Visita guiada: 290 CZK
- Página oficial del castillo-palacio de Valtice
Antes de continuar con nuestro recorrido, hicimos una breve parada para ver la plaza y la iglesia de Valtice, muy cerca del palacio.
Mikulov
La siguiente y última parada del día es Mikulov. Famosa por los vinos de la zona. La población está dominada por un imponente Castillo-palacio. En este castillo fue donde Napoleón hizo las negociaciones de paz tras la Batalla de Austerlitz.
Damos el paseo de rigor por el centro histórico de Mikulov, donde destaca la plaza principal rodeada de edificios con sus típicas fachadas de colores, algo que veremos en más de una ciudad. Nos da tiempo a rodear el castillo, acercarnos a la iglesia para ver de cerca su llamativa torre y regresar de nuevo a la plaza principal para tomar un capuccino y tarta mientras disfrutamos del tranquilo ambiente de la plaza.
De Valtice ponemos rumbo a Podivin donde pasamos la noche en la pensión Miromar. Los anfitriones fueron muy amables y la habitación con cama doble, baño privado correcta y todo muy limpio. Todo un acierto teniendo el cuenta que dormimos por 33€ los dos con desayuno incluido. Nos recomendaron una pizzería cercana para cenar pero teníamos ganas de descansar ya que con el madrugón y el viaje estábamos agotados.
Día 2. Kromeriz, Olomouc y castillo de Bouzov
Kromeriz
Tras un generoso desayuno en Podivin, ponemos rumbo a Kromeriz. Kromeriz es una pequeña ciudad situada al este de la República Checa cuyo principal atractivo es el Castillo-palacio de Kromeriz, declarado patrimonio de la humanidad. El día no empezó muy bien porque llegamos a primera hora de la mañana y la primera visita al castillo en abril empezaba a las dos, es lo que tiene la “temporada baja”. Así que nos tuvimos que conformar con subir a la torre. Desde lo más alto de la torre disfrutamos de una bonita panorámica de la ciudad y especialmente de la plaza de Kromeriz.
El castillo cuenta con dos jardines. El mas cercano se sitúa justo detrás del castillo y es de estilo paisajista inglés. El otro jardín, más famoso, es el jardín de las flores (kvetna zahrada) situado a 10 min andando desde el castillo. De camino aprovechamos para dar una vuelta por la plaza y ver algunos de los edificios más importantes del centro.
El jardín de flores es la joya de Kromeriz es un precioso jardín barroco que como su nombre indica esta repleto de flores (o eso esperábamos nosotros). Lo cierto es que las imágenes que veis por internet deben ser a partir de mayo ya que si vais a mediados de abril como nosotros aun no tienen sembradas las flores. Aunque fue un poco chasco disfrutamos del paseo por los jardines. Hay varios elementos para visitar en los jardines: invernaderos, fuentes, una monumental jaula de pájaros enmedio de un estanque, dos laberintos de setos y una preciosa galería decorada con bustos y estatuas. En el centro una elegante cúpula domina el paisaje ajardinado.
Olomouc
Continuamos nuestra ruta por la región de Moravia hacia su antigua capital: Olomouc. Hoy en día Olomouc es una ciudad de unos 100.000 habitantes y ambiente universitario, alejada de la mayoría de rutas turísticas del país. Aunque no es muy conocida, os aseguramos que es una de las ciudades mas bonitas de la República Checa. Sin lugar a dudas, el ícono de esta ciudad es la monumental columna de la Santísima Trinidad, situada en el céntrica plaza plaza de Horní náměstí y declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad en el año 2000. Se trata de un columna de 35m de altura erigida entre los años 1716 y 1754. Por su tamaño y profusa decoración con más de una veintena de estatuas, algunas de ellas de oro, es considerada una de las esculturas barrocas más importantes de Europa.
Pero Olomouc es mucho más que una columna. Durante las tres o cuatro horas que estuvimos recorriendo su cuidado centro histórico pudimos descubrir sus dos grandes plazas, una de ellas presidida por el Ayuntamiento con su famoso reloj astronómico, fotografiar sus monumentales y coloridos edificios y visitar la preciosa catedral de San Wenceslao, la segunda más alta del país tras la catedral de Praga.
Olomouc es también famosa por sus fuentes barrocas la mayoría de principios del siglo XVIII. En total hay seis fuentes que adornan los principales áreas de la ciudad. En la misma plaza de Horní náměstí están las fuentes de Hércules y César (fundador del primer asentamiento en la ciudad según la leyenda). Y es que las fuentes –otro de los grandes orgullos de Olomuc– se reparten por las principales plazas de la ciudad como en la de Dolní náměstí donde encontrarás las que se construyeron en honor a los dioses romanos Júpiter y Neptuno. En este punto también se levanta una columna mariana que conmemora la plaga que asoló Olomouc entre 1713 y 1715.
La verdad que pasamos unas horas muy agradables en Olomouc y decidimos comer ahí para alargar nuestra estancia en la ciudad. Es un destino muy recomendable si visitáis la República Checa y poco frecuentado por turistas.
Castillo de Bouzov
Para acabar el día nos acercamos al castillo templario de Bouzov. El castillo ha llegado a nuestros días con un alto grado de conservación. Incluso los nazis prefirieron conservar el castillo antes que destruirlo.
Hay un parking gratuito en las inmediaciones del castillo. Luego nos separa un pequeño paseo a través de una zona arbolada. La verdad que es una fortaleza muy bonita aunque nos quedamos con ganas de ver el puente interior así como subir hasta la torre, uno puede saber los horarios pero si graban una película en el castillo no te queda más remedio que irte sin poder ver si interior.
Acabamos el día en Moratska Trebova. Una pequeña y desconocida población donde teníamos nuestro alojamiento. Dimos una vuelta por su típica plaza checa con edificios coloridos.
Nos alojamos en el Hotel Trebovska por 43€ con desayuno y parking incluidos. El desayuno nos gustó mucho.
Día 3. Svitavy, Litomysil, Kutna Hora y Chateau de Trebesice
Tras un generoso desayuno en Moratska Trebova, donde nos pusimos hasta arriba, iniciamos la tercera jornada de viaje.
Svitavy
La primera parada es una visita totalmente improvisada, se trata de Svitavy un pequeño pueblo de camino a Litomysil. El motivo de la parada era para conocer su larga y colorida plaza porticada. Este tipo de plazas son realmente bellas aunque es una lástima que no sean totalmente peatonales. Al final de la plaza encontramos una columna barroca algo que viene siendo habitual en la mayoría de plazas checas.
Litomysil
Volvemos a la carretera esta vez en dirección Litomysil. Aunque nuestro objetivo era únicamente el palacio renacentista, acabamos recorriendo los principales puntos de interés de la población.
Empezamos la visita por la gigantesca plaza con decenas de casas de colores a ambos lados de estilo barroco y art noveau. Algunos elementos destacables de la plaza son la casa U Rytiru construida en piedra en el año 1640, el Ayuntamiento con su torre y la columna de la peste. De ahí nos acercamos a las dos iglesias separadas por un agradable parque.
Continuamos ahora por el castillo de Litomysil. Esta residencia palaciega fue construida en el siglo XVI en estilo renacentista y destaca por su originalidad. Los grabados de las paredes le dan aire único a este monumento declarado patrimonio de la humanidad. Rodeamos el palacio, sacamos fotos y luego entramos en el patio para ver sus galerías porticadas y los grabados.
El tour por el castillo y el teatro no estaban disponible entre semana pero nos quedamos igualmente satisfechos con la visita.
Kutná Hora
Tardamos una hora hasta llegar a nuestro siguiente destino, Kutná Hora. Esta ciudad fue núcleo de gran importancia hasta el siglo XVI llegando a competir con Praga, debido a que había una gran mina de plata. Se llegó a conocer a la ciudad como el tesoro de chequia. Uno de los motivos del declive de esta ciudad fue que en el siglo XVI las minas de plata se inundaron perdiendo la fuerza económica que tenía Kutná Hora.
La primera visita que hicimos no está propiamente en Kutná Hora sino en Sedlec, una población situada a 3km. Allí encontramos la catedral de la Asunción de Nuestra Señora y el osario de Sedlec, que forman parte del Patrimonio de la Humanidad conjuntamente con la iglesia de santa Bárbara y el centro de Kutná Hora. La entrada combinada a la catedral y el osario nos costó 200 coronas.
De las dos visitas lo que más nos llamó la atención es el osario decorado con huesos de 40.000 personas. Este osario se encuentra en la capilla del cementerio de Todos los Santos. El lugar es bastante luminoso ya que entra la luz por unas vidrieras así que no da la sensación de un lugar tan lúgubre, lo que puede llegar a agobiar más es la cantidad de gente visitando el lugar.
Del osario destacan el escudo de armas de la familia Schwarzenberg con el detalle del cuervo y la lámpara tipo araña hecha de huesos y calaveras que cuelga del techo.
La catedral de la Asunción de Nuestra Señora es más sencilla, eso sí fue el edificio religioso más alto del país hasta la construcción de la catedral de San Vito en Praga. Para nosotros tuvo menor interés que el osario ya que la iglesia fue objeto de una remodelación y ahora presenta un aspecto bastante austero.
Después de estas dos visitas nos acercamos a Kutná Hora.
La primera parada es en la iglesia o catedral de Santa Bárbara. Esta iglesia fue construida por los habitantes de la ciudad para hacerle la competencia a la catedral de San Vito en Praga, pero las obras se fueron interrumpiendo en varias ocasiones y finalmente no fue tan grande como habían ideado en un primer momento. Llaman la atención las puntas del techo y la verdad que es una iglesia digna de admirar por algo es una de las más visitadas de la República Checa.
Para acceder a Kutná Hora hay un agradable paseo custodiado por estatuas. En esta ciudad hay una fuerte presencia del estilo gótico ya que fue durante esta época donde la ciudad fue más rica.
Otras de las visitas que hacer en Kutná Hora son las siguientes:
- Ver la Fuente gótica de piedra la cual proveía de agua potable a la ciudad y que además tiene una bonita arquitectura ya que fue diseñada por el mismo arquitecto que hizo la catedral y que muestra la riqueza que había en la ciudad en la época de esplendor gracias a la explotación de la mina de plata.
- Visitar el Castillete de la Plata museo dedicado a mostrar como se explotaba la plata y su procesamiento.
- Casa Gótica de Piedra es una mansión que perteneció a una de las familias más poderosas de la ciudad y que fue reconstruida en el año 1489. Desde el siglo XX sirve de archivo y museo.
- La Columna de la Peste. Como ya vamos viendo en la mayoría de las ciudades de la República Checa encontramos una de estas columnas. Esta columna de estilo barroco fue construida en 1713 con motivo de una gran epidemia de peste que hubo ese año y que dejó miles de víctimas, siendo esta epidemia otro de los motivos de declive de la ciudad.
- El Colegio Jesuita situado junto al paseo de las estatuas y la Catedral de Santa Barbara construido a finales del siglo XVII con el diseño hecho por el arquitecto Domenico Orsi que le quiso dar forma de F en honor a los reyes Ferdinand II y Ferdinanda de Habsburgo.
Comemos una super pizza en el centro. Por 158 czh con bebida.
Chateau de Trebesice
No tardamos en dejar Kutná Hora ya que íbamos al alojamiento más esperado del viaje. Nos alojamos en el chateau de Trebesice, un encantador castillo rodeado por un foso y agradables jardines. Tras su compra y remodelación por una familia italiana se convirtió en hotel.
Nosotros celebrábamos nuestro 7º aniversario así que nos quedamos con la mejor suite del hotel situada en uno de los torreones del Chateau. La suite está ambientada en china y el mueble más destacable es una antigua cama nupcial china.
La habitación era de grandes dimensiones con muebles de época y nada más y nada menos que 9 ventanas!! Además la suite contaba con un baño enorme, con una larga bañera en el suelo y una rama decorando el techo.
Lo más llamativo de este Chateau es su decoración que combina lo clásico y lo moderno. Así que puedes encontrarte un mueble del siglo XVIII y justo encima un cuadro de arte abstracto. A la familia que compró y restauró el castillo le gusta ir comprando obras de arte o muebles tanto antiguos como modernos y combinarlos por todos los espacios del Chateau.
Otro de los actractivos de este precioso lugar son sus jardines. Hay flores por todo, una laguna y diversos elementos decorativos en las edificaciones colindantes.
Además de disfrutar de su decoración y de los jardines pudimos disfrutar de una espectacular cena.
Teníamos mucha ilusión con nuestra estancia en este lugar maravilloso y la verdad que salimos encantados de allí.
En este artículo te contamos todo sobre nuestra experiencia en el castillo.
Día 4. Parque de Pruhonice, castillo de Karlstejn y castillo de Orlik
Amanecemos en la suite del Chateau con un precioso sol que entran por las nueve ventanas de la habitación. Cogemos fuerzas con un potente desayuno y tras despedirnos de nuestro precioso alojamiento ponemos rumbo al parque de Pruhonice en las inmediaciones de Praga.
Parque de Pruhonice
Se trata de un enorme parque con tres lagos y un bonito palacio del siglo XIX. El parque forma parte del patrimonio de la humanidad de Praga.
Se trata de uno de los parques ingleses más extensos de Europa, su superficie es de 240 hectáreas donde conviven unas 1600 especies de árboles y arbustos. Además en los últimos años se ha convertido en refugio para numerosas especies de fauna.
Hay tres rutas que recorren el parque (azul, amarilla y roja). La ruta azul es la que hicimos nosotros con alguna que otra variante. Estuvimos en el parque casi dos horas paseando y disfrutando del precioso día que nos había tocado.
Para poder visitarlo y hacer alguno de estos recorridos se tiene que pagar una entrada de 80czh (por persona) y además el parking 60czh (unos 7,5€ en total).
Castillo de Karlstejn
La siguiente parada fue el castillo de Karlstejn. Por el camino tuvimos el único contratiempo del viaje.
Por confiar demasiado en el gps nos metimos por una pequeña carretera que cruzaba el bosque pasando por alto una señal que aparentemente prohibía el paso de vehículos a motor. A medio camino nos paró la policía, que por lo visto suele esperar en este punto a la caza de turistas desprevenidos como nosotros. La policía no nos indicó que fuéramos en la dirección equivocada directamente nos dijeron que la multa eran 2000czh pero que si se pagaba al momento quedaba en 1000 czh.La verdad que no tienes mucho margen para discutir ya que aparentemente has cometido una infracción de tráfico, así que nos nos quedó más remedio que darles el dinero, unos 40€ al cambio.
Lo que mas nos molestó es que luego leímos en los comentarios que los policías están situados estratégicamente en la carretera para poner esta multa porque se ve que muchos turistas se confunden y van por ese camino. Estaría bien que en vez de hacer la emboscada pusieran un cartelito más claro en la entrada de la carretera.
Tras el contratiempo llegamos a Karlstejn. Dejamos el coche en el parking atestado de coches y con precios francamente abusivos, pero tras la multa no estábamos por la labor de dejar el coche en cualquier sitio así que lo dejamos allí. Del parking al castillo hay 20-30 minutos andando en ascenso.
El castillo de Karlstejn es un imponente castillo de origen gótico aunque su aspecto actual responde su remodelación en el siglo XIX en estilo neogótico. Es de grandes dimensiones especialmente su torre.
Una de las curiosidades de este castillo es que en el se guardó durante dos siglos el tesoro de la corona.
La situación del castillo es impresionante, aunque es lamentable toda la parafernalia turística a su alrededor. Decenas de tiendas de souvenirs y cafés que te acompañan durante el ascenso y que le restan encanto al lugar.
Al llegar arriba se puede entrar gratuitamente a la primera línea de murallas y disfrutar de las vistas del castillo y alrededores. Hay tres tipos de visitas al castillo dos para ver salas interiores y otra para subir a la torre principal. A pesar de ello el interior no son los originales sino meras recreaciones para los turistas. Además, los precios son altísimos en comparación a otros lugares de la República Checa. Por esos motivos nosotros decidimos no entrar al interior.
Las mejores vistas del castillo las conseguimos desde un carretera cercana.
La tumba de los Schwarzenberg y el Castillo de Orlík nad Vltavou
Continuamos la ruta pero descartamos la visita a Konopiste por que era demasiado desvío teniendo en cuenta donde nos alojábamos. Así que improvisamos una visita cerca de nuestro alojamiento. El elegido fue el castillo de Orlík nad Vltavou que se encuentra situado junto a una presa del río Moldava. Primero visitamos una iglesia cercana situada en un precioso claro del bosque, luego subimos hasta un pequeño mirador del embalase y del castillo y por último nos acercamos a ver el castillo por fuera con sus tres llamativas torres neogóticas que se añadieron en el siglo XIX.
Acabamos el día en Kostelec na Vitavou donde teníamos el alojamiento. Comimos en el único bar/restaurante que había en el pueblo. Todo estaba en checo pero la camerera nos intentó ayudar majamente. Comimos tres platos principales, medio litro de cerveza cada uno y un crepe enorme, todo por menos de 16€.
Día 5. Zvikov, Blatná, Pisek, Hluboka nat Vitavou y Ceske Budejovice
Empezamos una de las jornadas más completas del viaje. Tras despertar en la pequeña localidad de Kostelec pusimos rumbo hacia al castillo Zvikov o Hrad Zvikov.
Castillo de Zvikov, el rey de los castillos de la República Checa
El castillo de Zvikov está situado sobre un istmo rodeado de un bonito entorno natural en la confluencia de los ríos Otava y Vitava. Solo para disfrutar de la naturaleza vale la pena llegar hasta aquí, pero es que además se trata de uno de los castillos góticos más importantes de la República Checa conocido como el rey de los castillos checos.
Esta fortaleza de origen medieval se construyó en el siglo XIII y fue propiedad de los reyes de Bohemia. Alcanzó se máximo apogeo en el siglo XIV bajo el reinado de Carlos IV. Incluso llegó a albergar las joyas de la corana checa hasta la construcción del castillo de Karlstejn.
En el siglo XX, con la construcción de una presa en las inmediaciones del castillo, los muros exteriores quedaron bajo el agua. Aun así, hoy e día nos podemos hacer una idea de la “grandeza” de esta fortificación medieval.
Lo más llamativo del recinto es la imponente torre que custodia el único acceso por tierra al castillo. Además de las fortificaciones encontramos una iglesia y un palacio con un magnífico claustro con arcadas góticas.
- Página web del castillo de Zvikov
Castillo y parque de Blatná
Continuamos la ruta por la región de Bohemia del Sur con destino a la pequeña localidad de Blatná. El objetivo es ver de cerca su castillo y pasear por el parque que alberga una comunidad de ciervos en libertad. El castillo de Blatna es uno de los castillos de agua mejor conservados de la República Checa. El arquitectura del castillo refleja sus más de 700 años de historia y el paso de distintos propietarios. Los interiores del castillo, lamentablemente, sufrieron grandes desperfectos como consecuencia del periodo comunista.
La larga historia del castillo, su arquitectura distintiva y su entorno único lo convierten en una auténtica joya que merece la pena visitar.
Del castillo lo que más nos gustó fue que el edificio está totalmente rodeado de agua, además de su llamativa torre. Al margen del castillo, merece la pena dar un paseo por el gigantesco parque del castillo. La ntrada para entrar al parque (25czh). El parque comprende una amplia zona arbolada de 42 hectáreas con diferentes caminos para recorrer y algunas edificaciones. Aunque sin duda el mayor atractivo de la visita es una manada de ciervos que corren libremente por el parque. Los ciervos son muy mansos y se dejaban acariciar.
Puente de piedra de Písek
En nuestro camino hacia el sur rumbo a Hluboka hicimos una parada previa en Písek para ver el puente más antiguo de la República Checa.
Este puente de estilo gótico fue construido a finales del siglo XIII contando con una serie de esculturas barrocas. Actualmente se conoce como puente de piedra de Písek pero también fue llamado puente del ciervo. Y es que existe una leyenda sobre el nombre de este puente, se dice que en la edad media decidieron que el nombre del puente fuera el de la primera persona que lo atravesara, pero nadie imaginó que el primero de todos sería un ciervo y por eso se llamó el puente del ciervo. A pesar de esta leyenda otros habitantes de Písek preferían llamarlo puente viejo. Fue en 2007 cuando se estableció que el puente se llamaría Puente de piedra acabando con la disputa del nombre.
Durante la visita al puente, tuvimos la suerte de encontrarnos con un mercadillo local así que aprovechamos para comer algo típico de la zona antes de continuar la ruta.
Hluboká nat Vltavou
Dejamos atrás el puente y nos dirigimos a uno de los monumentos más esperados del viaje: el castillo Hluboká nat Vltavou. Esta era la visita estrella del día y uno de los lugares imprescindibles que ver en la República Checa.
Este castillo, que en un comienzo fue castillo real, pasó por manos de diferentes propietarios hasta que en 1661 fue propiedad de la familia Schwarzenberg, convirtiéndose finalmente en la sede de esta familia. La actual apariencia del castillo tanto del edificio como del jardín fue inspirada en los viajes a Gran Bretaña del príncipe Jan Adolf II y la princesa Eleonora. En el siglo XVIII el castillo fue reconstruido en estilo barroco manteniendo su apariencia hasta que a mediados del siglo XIX volvió a reconstruirse con un estilo romántico inspirándose en el castillo de Windsor en InglaterraA raíz de una ley (la ley Schwarzenberg) el castillo fue nacionalizado en el año 1947.
Merece la pena visitar tanto los jardines como el interior del palacio. La visita guiada es en checo pero la información la puedes obtener de un un folleto en inglés que te dan al comienzo de la visita. Las salas son realmente bonitas, todas de madera y con elementos originales que no vemos en todos los palacios. Posiblemente sea uno de los más bonitos de la República Checa.
Después de la visita al interior del castillo dimos una vuelta por los jardines y sacamos varias fotos ya que el entorno, el color del castillo y el diseño hacen que sea muy fotogénico. Por último, antes de irnos también aprovechamos para dar una vuelta por el parque del castillo.
Ceske Budejovice
La última parada del día es Ceske Budejovice. Antes de comenzar la visita dejamos el equipaje en el que iba a ser nuestro alojamiento, en un bonito edificio neoclásico a 10 minutos del centro.
Nos acercamos a la plaza de Ceske Budejovice, que lleva el nombre del fundador de la ciudad, el rey Přemysl Otakar II. Esta plaza es la más grande de la República Checa. Y no solo es la plaza más grande sino que en ella también se encuentra la fuente barroca más grande de la República Checa, la Fuente de Sansón. Quedamos maravillados con la plaza y sus edificios especialmente con el Ayuntamiento, un edificio de la época barroca que destaca sobre le resto.
Otro de los monumentos para ver es la Torre Negra junto a la catedral de San Nicolás. Esta torre tiene una altura de 72 metros y en la parte más alta hay un reloj. La torre se construyó en el siglo XVI con la idea de proteger la ciudad de los incendios y los enemigos, además de contener campanas. Se puede subir a la torre y tras los 225 escalones se pueden tener unas vistas de la ciudad. Nosotros no llegamos a tiempo y ya estaba cerrada por lo que no pudimos visitar la torre por dentro.
Después de la visita fuimos a cenar Masnek Kramy un histórico restaurante donde probamos la auténtica Budweiseir (Budwar en la República Checa) cerveza originaria de esta ciudad. Acompañamos la cerveza con dos platos típicos de la zona y de postre helado de cerveza negra y frutas. Todo por 21’60€ al cambio. Sin ser lo más barato de la República Checa, la verdad que se nota la diferencia con los precios de Mallorca.
Día 6. Cesky Krumlov y Holasovice
Empieza nuestro penúltimo día en la República Checa. La primera parada del día era en Cesky Krumlov, una pequeña ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996. La visita a este lugar fue uno de los motivos de organizar este viaje y por tanto una de las visitas más esperadas.
Cesky Krumlov
Al llegar a Cesky Krumlov aparcamos en el parking 4. En esta época del año (abril) el parking es gratuito a diferencia de otros parkings de la ciudad. Nos sorprendió encontrar parking gratuito ya que en la mayoría de sitios fueron de pago.
El parking 4 está situado junto a los jardines del castillo, por donde empezamos nuestra visita. Los jardines se encuentran en la parte más alta de la Cesky Krumlov y hay dos zonas bien diferenciadas. Una con un jardín barroco donde destaca una majestuosa fuente y la otra parte un jardín de tipo inglés.
Desde el jardín se accede al castillo. Aquí encontramos las primeras vistas del pueblo situado en un meandro del río Moldava, el mismo que pasa por Praga. La verdad que la estampa desde arriba es impresionante. El colorido torreón del castillo y la iglesia de San vito que sobresale por encima de la ciudad dejan una visión muy bonita del lugar.
El acceso al castillo lo hacemos por el puente Plastovy, una estructura muy bonita y original que fue construida para unir las dos partes del castillo. Nos gustó mucho tanto pasar a través de él como verlo desde la parte baja junto al río.
El castillo de Cesky Krumlov es el segundo más grande de la República Checa, siendo el más grande el de Praga. Se pueden visitar gratuitamente los patios y disfrutar de las vistas desde arriba. Si queréis visitar los interiores o subir hasta la torre hay diferentes tours.
Concretamente hay dos tours para el interior del castillo (en abril solo había uno disponible) y otro para la torre. Nosotros realizamos la visita guiada en inglés por el interior del castillo. La verdad que nos gustó mucho la visita, vimos varias salas de diferentes estilos (renacentista, barroco y rococó), descubrimos un precioso carruaje dorado original del siglo XVIII y también estuvimos en la gran sala de baile decorada con frescos con un aire cómico.
La entrada nos costó 300 czh por persona (algo menos de 12€). Aunque es más caro que la media se agradece la visita guiada en un lugar con tanta historia.
Tras la visita al castillo descendemos por la concurrida calle Latran, la calle más antigua de Cesky Krumlov, para visitar el casco histórico. Al final de este paseo encontraremos la Puerta de Ceske Budejovice, la única puerta medieval que se ha conservado.
Para cruzar el río lo haremos por el puente de Lazebnický, un bonito puente de madera. Seguimos el recorrido hasta llegar a la plaza donde se encuentra el ayuntamiento, la plaza Svornosti. En esta plaza veras diferentes fachadas de distintos estilos como el gótico, el barroco o el rococó. En el centro de la plaza como es habitual en la República Checa se encuentra la Columna de la Peste construida como agradecimiento por salvar a la ciudad de la epidemia.
Seguimos nuestro paseo por las calles Masna y Horni, en esta última encontramos un mirador que se encuentra en el Jardín del seminario que tiene seguramente las mejores vistas del castillo.
Continuamos el recorrido pasando junto a la iglesia de San Vito, una iglesia construida en el siglo XV de estilo gótico.
Durante el paseo por la ciudad, encontramos un mercadillo en la plaza con diferentes puestos de comida y artesanías, así que aprovechamos para probar diferentes comidas.
Por último, regresamos al coche pasando de nuevo por el castillo y haciendo una última parada en el mirador para despedirnos de la ciudad.
Lo único malo de Cesky Krumlov es que, como sucede en sitios de gran belleza como Hallstatt, los turistas llegan en oleadas y en determinados momentos puede resultar agobiante, especialmente si vais en temporada alta. Por suerte no fue un impedimento para disfrutar de la belleza de esta población.
Holasovice
Tras Cesky Krumlov, solo nos quedaba pendiente la última visita en la zona: Holasovice. Se trata de una preciosa villa rural, uno de los mejores ejemplos del barroco rural centroeuropeo. Fue una suerte que tras la Segunda guerra mundial los edificios quedaron intactos y tras ser la ciudad restaurada y rehabilitada en 1998 fue declarada Patrimonio de la humanidad.
La visita no nos lleva mucho tiempo ya que todas las casas se concentran alrededor de un parque que cuenta con un estanque y una pequeña iglesia. La mayoría de casas datan de mediados del siglo XIX y destacan sus fachadas de colores. Además encontramos otros elementos curiosos como las antiguas maquinas para sacar agua y una columna que conmemora la epidemia de peste que sufrió el pueblo en el año 1520 en la que supervivieron tan solo dos habitantes.
Día 7. Trebon, Cervena Lhota, Telc y Trebic
Dejamos nuestro alojamiento Airbnb en Ceske Budejovice e iniciamos la última jornada por la República Checa. En nuestro último día de viaje visitamos más sitios Patrimonio de la Humanidad como Telc y Trebic y además hicimos dos visitas improvisadas Trebon y el castillo rojo de Cervena Lhota.
Trebon
No esperábamos mucho de esta localidad de la que poco se habla en las guías. Tal vez por ello nos llevamos una muy grata sorpresa. Trebon es el epicentro de una reserva natural repleta de estanques y canales artificiales resultado de siglos de adaptación de estos terrenos pantanosos por el ser humano. Hasta 460 estanques convierten la región de Trebon en la piscifactoría del país.
Una vez en Trebon fuimos a la oficina de turismo para que nos informaran de todo lo que podíamos visitar. A continuación os dejamos un listado con los lugares de interés que ofrece Trebon.
- Iglesia de Nuestra Señora. Iglesia gótica. El retablo de esta igleisa conocido como retablo de Trebon o de Wittingau, es considerado una de las obras maestras de la pintura gótica europea. Algunas partes de este retablo se conservan en la Galería Nacional en Praga.
- Plaza y antiguo Ayuntamiento de Trebon. La plaza principal de Trebon está rodeada de coloridos edificios con fachadas barrocas y renacentistas. En el centro encontramos la típica columna barroca y una fuente de piedra. La casa más famosa se encuentra frente al ayuntamiento y destaca por su original fachada de color blanco y almenas que nos recuerdan a un castillo. Actualmente es el Hotel Bílý koníček. Vale la pena subir los 31m de la torre del ayuntamiento para obtener unas inmejorables vistas de la plaza y de todo el entorno.
- Castillo de Trebon, es un gran complejo palaciego junto al cual se extiende un agradable parque.
- Puertas de la muralla. Las entradas a la ciudad aun conservan las antiguas puertas de la muralla. La más bonita es la puerta Novohradska situada muy cerca de la cervecería Regent Bohemia.
- Cervecería Regent Bohemia. Mencionada por primera vez en el siglo XIV. Se organizan visitas guiadas con degustación de esta histórica cerveza local.
- Teatro de Josef Kajetan Tyl. Construido en 1833.
- Tumba de los Schwarzenberg. Desde Trebon podemos dar un agradable paseo de diez minutos hasta la tumba de la familia Schwarzenberg, una de las familias más importantes de la República Checa y propietaria de decenas de castillos como por ejemplo el de Cesky Krumlov. La monumental tumba es de estilo neogótico y su construcción data de finales del siglo XIX. Para llegar a la tumba salimos por el parque del castillo y vamos hacia el gran estanque que se extiende junto al pueblo, caminamos un kilómetro bordeando el estanque y llegaremos a la tumba de la familia Schwarzenberg.
Castillo de Cervena Lhota
Continuamos nuestra ruta y llegamos al castillo de Cervena Lhota. La imagen del castillo la vimos por primera vez en la portada de un libro sobre la Republica Checa que llevaba un turista. Al verlo indagamos un poco acerca del castillo y descubrimos que podía entrar en nuestra ruta con un pequeño desvío. Así que sin pensarlo mucho nos dirigimos hasta esta pequeña fortificación cuyos orígenes se remontan al siglo XV. Desde entonces el castillo ha sufrido varias modificaciones. Aunque lo que realmente llama la atención es su situación sobre un estanque y su llamativo color rojo.
Al llegar al Lhota veremos un parking junto a la carretera. Esta vez nos hacemos los locos y no pagamos las 60czh de parking ya que únicamente teníamos tiempo para ver el exterior del castillo. Y la verdad que hicimos bien ya que no pudimos disfrutar del castillo en todo su esplendor ya que el estanque estaba medio vacío ya que estaban drenando el agua del estanque por algún tipo de remodelación. Aun así es un sitio que merece la pena visitar.
En la web oficial del castillo encontraréis toda la información para organizar la visita.
Telc
El siguiente destino es la ciudad de Telc, ciudad que fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1992. Telc es una de las ciudades con mas encanto de la República Checa y cuyo gran atractivo es su fabulosa plaza. No exageramos al decir que Telc tiene una de las plazas más bonitas de Europa.
La ciudad de Telc fue fundada en el siglo XIII y se sitúa en la región de Moravia del sur. En un principio Telc era una fortaleza rodeada de agua y de ahí su nombre de “Venecia morava”.
Accedemos a la ciudad por un puente que cruza el estanque que hay en las inmediaciones. Las vistas desde aquí son preciosas y nos adelantan lo que nos espera en esta ciudad. Llegamos a la plaza y nos quedamos literalmente con la boca abierta. Después de todas las plazas bonitas que vimos en la República Checa, la de Telc es sin duda la más bella de todas. Decenas de edificios de colores forman un conjunto arquitectónico de gran belleza. Estuvimos un buen rato observando las diferentes fachadas y fotografiando el colorido conjunto de casas.
Además de la plaza, Telc tiene algunas sorpresas más como el castillo, los jardines o una torre del siglo XIII.
Aprovechamos para adquirir algunos souvenirs y comer en una terraza con vistas a la plaza.
Trebic
La siguiente y última parada del viaje fue Trebic. La ciudad en sí no tiene nada de especial más allá de la llamativa casa pintada de la plaza que pertenecía a un mercader veneciano. Por lo demás, nos centramos en visitar los tres lugares que han sido declarados también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que justificaron poner Trebic en nuestra ruta. Hablamos del barrio judío, el cementerio judío y la basílica de San Procopio.
A los judíos no se les permitía tener propiedades en el centro de la ciudad es por ello que fueron construyendo sus casas en el exterior al otro lado del río, formando el barrio judío llamado Zamostí. Este barrio es uno de los atractivos de Trebic, en el encontrarás dos sinagogas, el ayuntamiento judío, la Casa del Rabí y un hospital, además de todas las casas bien conservadas con elementos arquitectónicos renacentistas y barrocos. Te recomendemos que te pierdas por sus callejuelas.
Otra parada que no puedes dejar pasar en Trebic es el cementerio judío. Este cementerio contiene unas 3000 lápidas, las más antiguas datan del año 1631. En el cementerio la hiedra tapa gran parte de las lápidas y encima de muchas de estas lápidas encontramos piedras. Los judíos en vez de llevar flores dejan piedras, por lo que las piedras encima simbolizan que alguien ha visitado esa tumba. En el cementerio también hay monumentos a las víctimas de las dos guerras mundiales.
Por último, visitamos la Basílica de San Procopio de Trebic. Este edificio mezcla el estilo románico tardío y el gótico y es por eso que se considera una de las joyas arquitectónicas de la Europa medieval.
Tras el paseo por Trebic, nos tomamos nuestro último helado en la República Checa e iniciamos nuestra camino de vuelta a Eslovaquia, desde donde salía nuestro vuelo de vuelta a Mallorca. El último día de viaje no tuvimos tiempo de hacer ninguna visita ya que el avión salía al mediodía.
Hasta aquí nuestro recorrido de una semana por la República Cehca. En general, podemos decir que el balance del viaje fue muy positivo. La República Checa es un país que merece mucho la pena visitar y que tiene rincones realmente bonitos más allá de Praga.
Por último, comentaros que, aunque tuvimos mucha suerte con el tiempo, fue inmejorable, todos los días sol y buena temperatura en abril, recomendaríamos hacer este viaje entre mayo y septiembre.
¿Más días en la República Checa?
Os dejamos con algunas sugerencias para ampliar la ruta si disponéis de unos días más por la República Checa. Nosotros tuvimos que prescindir de ellas por falta de tiempo, pero seguro que merecen una visita.
- Brno
- Karlovy Vary
- Loket
- Parque Nacional de Sumava
- Paisajes de Broumovsko
- Zelena Hora
- Castillo de Krivoklát
- Litoměřice
- Castillo de Vranov nad Dyjí
Información práctica
Te dejamos algunos enlaces prácticos para preparar tu ruta por la República Checa:
Página oficial de turismo de la República Checa. Página muy completa y de la que pudimos obtener varios folletos e información práctica.
Alojamiento en la República Checa. Nuestro buscador de referencia en todos los viajes.
Visitas guiadas y excursiones en la República Checa. Gran variedad de actividades y tours en castellano para hacer en la República Checa, principalmente desde Praga.