Qué ver en Nápoles en 4 días

¿Qué ver en Nápoles en 4 días? Visitas imprescindibles

Hoy viajamos hasta Nápoles, la vibrante capital de la región de Campania en el sur de Italia que se nos presenta como una ciudad de contrastes y profundas tradiciones culturales. Situada a la sombra del imponente Monte Vesubio y a orillas del golfo homónimo, Nápoles goza de una ubicación geográfica excepcional que ha contribuido a su rica historia. Desde sus orígenes como la ciudad griega de Neápolis, Nápoles ha sido un crisol cultural, influenciado por una sucesión de dominios, incluidos los romanos, normandos, y españoles.

La ciudad es mundialmente reconocida por sus aportes a la música, el arte y, sobre todo, la gastronomía, siendo el lugar de nacimiento de la pizza, específicamente la Margherita, que refleja los colores de la bandera italiana. Nápoles es también un centro de arte barroco y renacentista, como lo evidencian sus históricas iglesias y palacios, y sus callejuelas rebosantes de vida y patrimonio. Sin olvidar que, en las proxímidades de Nápoles, se encuentran algunas de las ruinas romanas más conservadas en el mundo como Pompeya y Herculano.

A esta singular atmósfera se suman otras notas características como la devoción por Diego Maradona, cuya presencia en el SSC Napoli dejó una marca indeleble en el corazón de los napolitanos, elevándolo a un estatus casi mítico, comparable al de los santos patronos de la ciudad.

Esta rica mezcla de legado histórico, arquitectura y animada vida urbana hace de Nápoles una de las ciudades más interesantes y únicas de Europa. En este artículo, te contamos qué ver y hacer en Nápoles en 4 días.

Qué ver en Nápoles en 4 días

¿Qué ver en Nápoles? Día 1

Llegamos a primera hora de la mañana al aeropuerto de Capodiccino en Nápoles. Para ir del aeropuerto al centro de Nápoles la opción más económica es el autobús. En concreto, hay que tomar el Alibus. Cuando sales de la terminal solo tienes que seguir los carteles que te llevan a la parada. El coste por trayecto esde 5€, el ticket se puede comprar online o en el propio autobús. Esta línea hace tres paradas en el centro de Nápoles siendo la primera parada, la estación central de Nápoles desde don empezamos la ruta por la ciudad.

La primera sensación de Nápoles no es ciertamente positiva ya que la zona de la estación está muy descuidada y puede dar cierta sensación de inseguridad. El resto de la ciudad está bastante deteriorada y tiene un toque decadente, pero forma parte del encanto de Nápoles. Algo similar a lo que sucede con otras ciudades como Oporto. Lo cierto es que nosotros no tuvimos ninguna mala experiencia y estos aspectos no restaron interés a Nápoles.

Ahora sí, empezamos nuestra primera jornada por Nápoles. El recorrido del primer día es perfecto para aquellos que solo disponen de un día para ver Nápoles.

Duomo di Napoli

La primera visita fue al Duomo di Napoli, también conocido como la Catedral de San Gennaro, uno de los templos más importantes de Nápoles. Dedicada al patrón de la ciudad, San Gennaro, la catedral es famosa no solo por su arquitectura, sino también por el milagro de la licuefacción de la sangre del santo, que se celebra tres veces al año  y atrae a numerosos fieles y visitantes.

La estructura original fue construida en el siglo XIII, bajo el reinado de Carlos I de Anjou, aunque ha sido remodelada varias veces a lo largo de los siglos. La fachada principal que se ve hoy es un resultado de las restauraciones del siglo XIX en estilo neogótico, pero el interior conserva muchos elementos de las épocas anteriores.

Entre los principales atractivos, se encuentra la Capilla del Tesoro di San Gennaro, famosa por albergar las reliquias de San Gennaro. La capilla es una obra maestra del arte barroco.

Interior Duomo de Napoles

Bajo el altar mayor, la cripta alberga los restos del santo y es un lugar de peregrinación. Está decorada con frescos del siglo XVII.

Adyacente al Duomo, el Museo del Tesoro di San Gennaro exhibe una colección impresionante de arte sacro, incluidos objetos de oro y plata, pinturas y esculturas que han sido donados a lo largo de los siglos como ofrendas al santo.

Via Tribunali

Continuamos con un paseo por Via Tribunali. Via Tribunali es una de las calles más antiguas y animadas de Nápoles, un eje central en el corazón histórico de la ciudad y una de las calles por las que debes pasar si o sí cuando visites Nápoles. Esta calle data de la época grecorromana, originalmente diseñada como un decumano, una de las tres principales calles este-oeste de la antigua ciudad de Neápolis.

La Via Tribunali es el paraíso para los amantes de la comida, especialmente el gran número de pizzerías tradicionales que encontramos en ella como «Di Matteo» y «Sorbillo», entre otras. Estas pizzerias son famosas por ofrecer la auténtica pizza napolitana, hecha al horno de leña.

Además, la Via Tribunali está salpicada de numerosas iglesias históricas. Destacan la Iglesia de San Paolo Maggiore y la Iglesia de San Lorenzo Maggiore, esta última construida sobre las ruinas de un mercado romano, cuyos restos aún se pueden visitar bajo la iglesia.

Via San Gregorio Armeno

Via San Gregorio Armeno, a menudo denominada la «calle de los belenistas», es una de las calles más emblemáticas y pintorescas de Nápoles. Está situada en el corazón histórico de Nápoles y conecta dos de las calles más importantes de la ciudad: Via Tribunali y Via San Biagio dei Librai. La calle debe su nombre a la iglesia de San Gregorio Armeno pero es especialmente conocida por sus talleres artesanales dedicados a la creación de figuras y escenarios para el belén, o «presepe» en italiano, una tradición profundamente arraigada en la cultura napolitana. Estas figuras incluyen no solo las tradicionales figuras religiosas, como María, José y el niño Jesús, sino también personajes cotidianos y figuras públicas.

Aunque la actividad en la calle alcanza su punto máximo durante la temporada navideña, los talleres están abiertos todo el año.

Via San Gregorio Armeno, Nápoles

Via San Biagio dei Librai

Nuestro paseo nos lleva hasta la Via San Biagio dei Librai, también conocida como «Spaccanapoli«, otra de las calles más concurridas y características del centro histórico de Nápoles. Esta calle forma parte de uno de los tres decumanos (calles principales este-oeste) de la antigua ciudad griega y romana de Neápolis y aún hoy conserva mucha de su estructura y trazado original.

Su nombre se debe a los vendedores de libros que históricamente se ubicaban aquí, aunque hoy en día la calle ofrece una amplia variedad de tiendas. A lo largo de esta calle se encuentran numerosas iglesias y capillas antiguas. Destacan la Iglesia del Gesù Nuovo y la Capilla del Monte di Pietà. Otro edificio de interés es el Palazzo Venezia, que fue un centro importante para la vida cultural de la ciudad en el pasado y ahora alberga exposiciones y eventos.

Iglesia del Gesú Nuovo

La iglesia del Gesù Nuovo es uno de los monumentos religiosos más notables de Nápoles. Está situada en la Piazza del Gesù Nuovo, frente al monasterio de Santa Chiara.

Lo primero que llama la atención de esta iglesia es su fachada única, compuesta de bloques de piedra tallados en forma de puntas de diamante. Originalmente, el edificio no fue concebido como una iglesia, sino como un palacio para la familia Sanseverino en el siglo XV, y fue convertido en iglesia por los jesuitas en el siglo XVII.

Dentro de la iglesia, nos sorprende su interior barroco, ricamente decorado con mármol, frescos y obras de arte que incluyen pinturas y esculturas de artistas destacados de la época.Una de las más famosas es la Capilla de San Giuseppe Moscati, dedicada a este santo médico que fue canonizado en 1987.

Piazza del Gesú NuovoInterior iglesia del Gesú Nuovo

Monasterio de Santa Chiara

El Monasterio de Santa Chiara es otra de las visitas que no puedes perderte en Nápoles. El monasterio es un bello complejo monumental situado cerca de la Piazza del Gesú Nuovo y que fue fundado en 1310 por Roberto de Anjou y su esposa Sancha de Mallorca. El Monasterio de Santa Chiara fue originalmente construido para albergar a monjas clarisas. Actualmente, es posible visitar la iglesia, el claustro y el Museo dell’Opera di Santa Chiara, siendo el claustro el lugar más reconocido.

El claustro mayor, reconstruido en el siglo XVIII, es famoso por su decoración cerámica realizada con mayólicas que representan escenas de la vida cotidiana, paisajes y motivos florales. El claustro mayor ha sido reconocido como uno de los más hermosos de Italia.

Claustro de Santa Chiara, Nápoles

El Museo dell’Opera di Santa Chiara exhibe obras de arte y elementos arquitectónicos que narran la historia del monasterio y la orden clarisa.

La iglesia de Santa Chiara, a pesar de sufrir grandes daños durante la Segunda Guerra Mundial, fue restaurada a su forma gótica original y conserva su estructura simple pero imponente. Dentro de la iglesia, se pueden encontrar frescos y obras de arte que datan de diferentes periodos de la historia de Nápoles.

Basilica San Giovani Maggiore

Ubicada cerca del bullicioso Piazza Mercato, podemos visitar la Basílica de San Giovanni Maggiore, una de las iglesias más antiguas de Nápoles.

Capilla de Sansevero

La Capilla de Sansevero, cerca de Via Tribunali, es otro de los puntos de interés que no puedes dejar de visitar si vas a Napoles. Esta capilla es famosa por albergar la impresionante escultura del «Cristo Velato» (Cristo Velado), una obra maestra del arte barroco creada por Giuseppe Sanmartino en 1753.

Es imprescindible reservar la entrada con antelación ya que se agotan muy rapidamente. El precio son 10€.

No es posible hacer fotos en el interior, así que podemos centrar nuestra visita a contemplar esta maravilla escultórica.

Iglesia de Gesú Vecchio

La iglesia del Gesù Vecchio es otro sitio destacado en Nápoles. Originalmente, el templo formaba parte de un complejo monástico que incluía un convento de monjas clarisas fundado en el siglo XIV. La iglesia actual fue reconstruida y expandida en el siglo XVI para la Compañía de Jesús, y se convirtió en una de las primeras iglesias jesuitas en Nápoles.

La fachada de la iglesia es un ejemplo notable del estilo manierista con elementos renacentistas y barrocos añadidos posteriormente. Es menos ornamentada que muchas otras iglesias barrocas de Nápoles, lo que refleja el enfoque más austero de la orden jesuita en esa época.

El interior de la iglesia está ricamente decorado con frescos, pinturas y esculturas de artistas importantes del barroco napolitano. La disposición y el diseño del interior son típicos de las iglesias jesuitas, con una nave central amplia destinada a acomodar grandes congregaciones.

La Pignasecca

En la vía Pignasecca encontramos el mercado callejero más antiguo de Nápoles. Es una experiencia imprescindible darse un paseo por este particular mercado que nos ofrece una variopinta oferta de productos a pie de calle. Sin duda una inmersiva experiencia visual y olfativa que nos adentra en el Nápoles más auténtico y local.

Quarteri Spagnoli

Los Quartieri Spagnoli, o Barrios Españoles fueron originalmente construidos en el siglo XVI para albergar a las guarniciones españolas destinadas en Nápoles. Hoy en día, los Quartieri Spagnoli son famosos por su atmósfera auténtica, su arte callejero y su vida cotidiana.

Los barrios están caracterizados por calles estrechas y rectas, lo cual era una estrategia militar destinada a prevenir rebeliones y facilitar el movimiento de tropas. Estas calles están flanqueadas por edificios altos, lo que crea un ambiente muy característico y algo laberíntico.

Los Quartieri Spagnoli son un centro de la cultura napolitana, con una fuerte tradición de música, comida y arte popular. En los últimos años, los barrios han experimentado un renacimiento cultural, en parte gracias al arte callejero que ha transformado muchas de sus fachadas en lienzos públicos. Murales coloridos y obras de arte grafiti reflejan aspectos de la vida y la historia napolitana, atrayendo a turistas y a amantes del arte. Uno de los conocidos es el mural de Maradona.

Quarteri Spagnoli, Nápoles

Via Toledo

Via Toledo es una de las principales arterias comerciales y una de las calles más importantes y animadas de Nápoles- Lleva el nombre de Don Pedro de Toledo, quien fue virrey de Nápoles en el siglo XVI y ordenó la construcción de la calle para mejorar la infraestructura de la ciudad.

Via Toledo nace en la Piazza Dante y acaba en la Piazza Trieste e Trento y es conocida por su variedad de tiendas, desde cadenas de tiendas internacionales hasta boutiques independientes y tiendas de artesanía local. Además. la calle está salpicada de edificios históricos y palacios.

Parte de la calle está peatonalizada y es un lugar por que seguramente pasearás en más de una ocasión durante tu visita a Nápoles.

 

Gallería Umberto I

La Galleria Umberto I es uno de los centros comerciales más impresionantes y emblemáticos de Nápoles, ubicada justo al lado del famoso Teatro San Carlo y cerca de la Piazza del Plebiscito. Inaugurada en 1890, la galería es un magnífico ejemplo de la arquitectura del siglo XIX y representa la ambición y el esplendor de la época. El conjunto está rematado con una enorme cúpula de 56 metros.

Galleria Umberto I, Nápoles.

Plaza del Plebiscito

Tras recorrer la Via Toledo, llegaremos a las inmediaciones de la Piazza del Plebiscito, una de las plazas más grandes y famosas de Nápoles. Es un espacio amplio y abierto que ha sido testigo de muchos eventos históricos importantes y es un punto central para la vida cultural y pública napolitana.

La plaza está flanqueada por notables edificios como la Basílica de San Francisco de Paula o el Palacio Real de Nápoles. La Basílica de San Francisco de Paula fue construida en agradecimiento al santo después de que Nápoles superara una plaga en el siglo XVII. La basílica es un ejemplo destacado de la arquitectura neoclásica en Italia, y su interior es tan impresionante como su fachada. Con su gran cúpula y columnas semicirculares se asemeja al Panteón de Roma.

El Palacio Real de Nápoles fue la residencia histórica de los reyes españoles y luego italianos en Nápoles. Alberga muebles y obras de arte históricas y es un testimonio de los diversos períodos de gobierno en Nápoles, desde la monarquía española hasta la unificación de Italia. También se pueden visitar los antiguos apartamentos reales y ver una vista impresionante de la bahía de Nápoles desde sus balcones.

En el centro se encuentran dos estatuas ecuestres de los reyes de Nápoles, incluyendo una de Carlos III de España, quien fue especialmente significativo para el desarrollo moderno de la ciudad.

Castel Nuovo

Castel Nuovo, también conocido como Maschio Angioino, es uno de los monumentos más icónicos y reconocibles de Nápoles. Este castillo histórico se alza imponente cerca del puerto de la ciudad y ha sido un símbolo de poder y política a lo largo de la historia de Nápoles desde su construcción en 1279 por orden de Carlos I de Anjou.

El castillo fue construido inicialmente para servir como una nueva residencia real y una fortaleza defensiva. A lo largo de los siglos, ha sido ampliado y modificado por varios gobernantes, incluidos los Aragoneses, quienes le añadieron la característica torre de homenaje y el famoso Arco de Triunfo en honor a Alfonso I de Aragón.

Castel Nuovo, Nápoles

Uno de los elementos más destacados del castillo es el Arco de Triunfo, construido en 1453 para celebrar la entrada de Alfonso I de Aragón en Nápoles. Este arco está ricamente decorado con relieves y esculturas que narran eventos militares y cívicos significativos.

Castel Nuovo combina elementos de fortificación medieval con adiciones renacentistas y góticas, lo que refleja los cambios en la arquitectura y el arte a lo largo de los siglos. Sus muros macizos y sus cinco torres redondas son típicos de las fortalezas medievales, mientras que el interior alberga patios y salas ornamentadas.

Dentro del castillo se encuentra el Museo Civico di Castel Nuovo, que alberga una colección de artefactos, esculturas, pinturas y documentos históricos que narran la rica historia de Nápoles y del propio castillo.

El castillo no solo es un museo, sino que también sirve como un lugar vibrante para eventos culturales, exposiciones y conferencias. Además, ofrece vistas espectaculares del golfo de Nápoles y es un lugar popular para disfrutar de panoramas urbanos y marítimos.

Fontana del Gigante

Para acabar la primera jornada una buena idea es realizar un agradable paseo por la fachada marítima de Nápoles. Antes de llegar al Castel de’ll Ovo, en la vía Paartenope, nos encontramos con la llamativa Fontana del Gigante, también conocida como Fontana dell’Immacolatella. Esta fuente del siglo XVII fue originalmente construida por encargo del virrey español junto al palacio real y en sus orígenes tenía el conjunto tenía adyacente una estatua colosal, de ahí su nombre. En 1905 se trasladó al emplazamiento actual.

Fontana del Gigante, Nápoles

Castel dell’ Ovo

Continuando el paseo junto a la orilla del mar llegaremos al Castel dell’Ovo, otro de los castillos que hay que ver en Nápoles. Está ubicado en la isla de Megaride, justo en la bahía de Nápoles. Este es el castillo más antiguo de la ciudad, construido por los normandos en el siglo XII.

Cuenta la leyenda que, el nombre del castillo, que significa «Castillo del Huevo», se debe a que el poeta romano Virgilio, quien también se consideraba un mago en la tradición popular napolitana, colocó un huevo mágico dentro de un jarro en los cimientos del castillo. Este huevo mantenía en pie el castillo, y si se rompía, no solo el castillo sino también toda Nápoles caería en la ruina.

Castel dell'Ovo

Lungomare

Para poner la guinda al primer día, llegamos al Paseo Lungomare en Nápoles, oficialmente conocido como Via Caracciolo e Lungomare di Napoli. Se trata de uno de los paseos marítimos más encantadores de Italia y un lugar perfecto para desconectar del bullicio de Nápoles. Este paseo junto a la costa ofrece vistas espectaculares del Golfo de Nápoles, el Monte Vesubio, y las islas de Capri e Ischia. Es especialmente bonito para recorrer a primera o última hora del día.

A lo largo del paseo, hay numerosos restaurantes, cafés y heladerías que ofrecen platos locales, como la pizza napolitana, el café italiano y el gelato. Es un lugar ideal para probar la gastronomía local mientras se disfruta de la vista al mar.

¿Qué ver en Nápoles? Día 2

Empezamos el segundo día de viaje desayunando una rica Slogiatella de la panaderia Antica Flora, en el barrio de Montesanto. Nos harán falta fuerzas para llegar hasta la primera visita del día: el Castillo de San Elmo.

Castillo de San Elmo

El Castillo de San Elmo es un emblemático fuerte situado en lo alto de la colina Vomero en Nápoles, desde donde ofrece una de las vistas panorámicas más impresionantes de la ciudad, desde el Vesubio hasta el Golfo de Nápoles.

Se puede llegar al castillo mediante el funicular desde la ciudad, en metro o subiendo por las empinadas escaleras de la Pedamentina de San Martino. Nosotros fuimos a pie, aunque no lo recomendamos ya que la subida es bastante empinada.

El castillo original fue construido en el siglo XIV, durante el reinado de Roberto de Anjou, como un punto de observación militar. Fue significativamente expandido y reconstruido en forma de estrella en el siglo XVI bajo el dominio español, lo que le dio su forma actual.

El diseño en forma de estrella del castillo es un ejemplo excelente de la arquitectura militar del Renacimiento, diseñado para resistir ataques con artillería. Sus gruesas murallas y posición elevada lo hicieron prácticamente inexpugnable.

A lo largo de los siglos, el Castillo de San Elmo ha servido varios propósitos, incluyendo una prisión y un cuartel. Hoy en día, es una atracción turística y un lugar para exposiciones culturales y eventos. Actualmente, el castillo alberga el Museo del Novecento Neapolitano, dedicado al arte del siglo XX en Nápoles.

Palacio Real de Nápoles

Descendemos de nuevo al centro de Nápoles, a la Piazza del Plebiscito, para visitar el Palacio Real de Nápoles. Este majestuoso palacio ha sido el centro de la vida política y cultural de Nápoles durante siglos, sirviendo como residencia para los monarcas españoles y, posteriormente, para los reyes de las Dos Sicilias.

El palacio fue originalmente construido en el siglo XVII por Domenico Fontana bajo el encargo del rey español Felipe III. A lo largo de los siglos, el palacio ha sido modificado y expandido por varios monarcas, lo que ha contribuido a su rica mezcla de estilos arquitectónicos.

Fachada Palacio Real de Nápoles

El diseño del Palacio Real combina elementos del barroco y del neoclásico, con fachadas grandiosas y elaboradas decoraciones interiores. La fachada principal hacia la Piazza del Plebiscito es especialmente imponente, con una serie de estatuas que representan a los gobernantes más importantes de Nápoles.

El interior del palacio es igualmente suntuoso, con una serie de habitaciones y salones estatales ricamente decorados. Destacan el Teatro de Corte, la Capilla Palatina, y el famoso Salón del Trono. Cada salón está adornado con frescos, tapices, y mobiliario antiguo, ofreciendo una cápsula del tiempo de la opulencia real.

El palacio ofrece vistas interesantes del golfo de Nápoles desde sus jardines y balcones. El acceso al jardín es gratuito.

Museo Arqueológico Nacional de Nápoles

El Museo Arqueológico Nacional de Nápoles es uno de los museos más importantes y visitados de Italia, especialmente famoso por su colección de arte de la antigua Roma y Grecia. Este museo es un lugar imprescindible para cualquier persona interesada en la historia antigua y la arqueología.

Colecciones de Pompeya y Herculano: Tras las erupciones del Vesubio en el año 79 d.C., las ciudades de Pompeya y Herculano quedaron enterradas bajo cenizas volcánicas. Las excavaciones de estos sitios han proporcionado una cantidad inestimable de artefactos, que forman parte de las colecciones principales del museo. Estos incluyen frescos, mosaicos, y objetos del día a día que ofrecen una visión detallada de la vida en el mundo romano.

La Colección Farnesio: Este museo alberga la famosa colección Farnesio, una de las más importantes colecciones de esculturas clásicas del mundo, que incluye obras maestras como el Toro Farnesio y el Heracles Farnesio.

Mosaicos y Frescos: El museo cuenta con una impresionante colección de mosaicos y frescos antiguos, especialmente de Pompeya, que son notables por su belleza artística y su importancia histórica. Los mosaicos del «Alejandro Magno» en la Batalla de Issos son especialmente famosos.

Colección Egipcia: Además de sus colecciones romanas, el museo tiene una notable colección de artefactos egipcios, que es una de las más importantes en Italia, proporcionando una visión del alcance del Imperio Romano y sus conexiones con Egipto.

Artefactos Secretos: El museo posee una sección conocida como el «Gabinete Secreto», que contiene una colección de arte erótico de Pompeya y Herculano. Debido a su naturaleza explícita, esta sección estuvo cerrada al público durante muchos años y ahora se exhibe con advertencias sobre su contenido.

Gabinete Secreto del Museo Arqueológico de Nápoles

¿Qué ver en Nápoles? Día 3. Herculano y Pompeya

Si dispones de varios días en Nápoles, no dudes en acercarte a conocer las impresionantes ruinas romanas de las ciudades de Herculano (Ercolano) y Pompeya (Pompeii). Nosotros dedicamos la tercera jornada a conocer estos dos sitios arqueológicos de época romana y la verdad que nos encantaron.

Para llegar a Herculano y Pompeya desde Nápoles, puedes tomar el tren Circumvesuviano. Sale de la estación central de Nápoles (Stazione Napoli Centrale en Piazza Garibaldi). También es posible llegar con un tren regional algo más económico. Otra opción es contratar una de las numerosas excursiones y tours que incluyen el transporte y, en algunos casos, visitas guiadas.

Herculano

Ercolano, también conocida como Herculano, es una ciudad situada al sur de Italia, cerca de Nápoles, famosa principalmente por sus ruinas arqueológicas de una ciudad romana antigua del mismo nombre. Herculano fue, al igual que Pompeya, enterrada bajo una gruesa capa de ceniza volcánica durante la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.

Las ruinas de Herculano están excepcionalmente bien conservadas. A diferencia de Pompeya, donde las estructuras fueron principalmente enterradas bajo ceniza, Herculano fue sepultada bajo una capa de material piroclástico que preservó la madera y otros materiales orgánicos que normalmente se descompondrían. Esto ha permitido a los arqueólogos recuperar objetos, edificios y decoraciones en un estado mucho más completo.

Mosaico en Herculano

Algunos de los edificios más notables que se pueden visitar incluyen la Casa de los Ciervos, la Casa del Atrio de Mosaico, y las Termas Suburbanas. Estas edificaciones destacan por sus frescos, mosaicos y la disposición arquitectónica que ofrece una visión más cercana de la vida cotidiana en la época romana.

En Herculano, los arqueólogos han encontrado muebles de madera carbonizada, alimentos e incluso papiros, que son increíblemente raros y valiosos para entender la historia y la vida de las personas que vivieron allí.

Visitar Ercolano ofrece una experiencia más íntima comparada con Pompeya debido a su menor tamaño y al menor número de turistas. Además, su proximidad a Nápoles hace que sea una excursión popular y accesible para aquellos interesados en la historia y la arqueología y que no dispongan de mucho tiempo. No obstante, personalmente recomendamos combinar la visita con Pompeya o, en caso de tener que optar, quedarnos con la visita a Pompeya ya que ofrece una experiencia más completa.

Herculano, qué ver en los alrededores de Nápoles

Pompeya

Pompeya es uno de los sitios arqueológicos más famosos y visitados del mundo. La antigua ciudad romana fue enterrada bajo una espesa capa de ceniza volcánica y piedra pómez tras la catastrófica erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. Esta tragedia, que selló la ciudad en el tiempo, ofrece hoy una ventana única al pasado romano.

El grado de conservación de la ciudad es excepcional. Debido a la forma en que fue enterrada, Pompeya proporciona un registro excepcionalmente detallado de la vida diaria romana. Calles, edificios, objetos cotidianos e incluso huellas y restos humanos han sido preservados, ofreciendo a los visitantes una visión realista del mundo antiguo. Visitar Pompeya es una experiencia inolvidable para los amantes de la historia, que permite a los visitantes caminar por las calles de una ciudad romana casi como si hubieran retrocedido en el tiempo 2000 años. Puedes explorar durante horas una gran variedad de estructuras y edificios como el Foro, las termas Estabianas y las termas centrales, teatros, la Casa del Fauno, la Casa de los Vettii, el anfiteatro y el Lupanar (burdel).

 Cada rincón de la ciudad ofrece una visión única al pasado que sigue fascinando a día de hoy a historiadores, arqueólogos y turistas por igual.

Los frescos y mosaicos de Pompeya son particularmente famosos, representando escenas de la mitología, la vida cotidiana y la naturaleza, brindando una comprensión profunda de las estéticas y valores culturales romanos. Encontrarás numerosos ejemplos en las distintas villas de la ciudad.

Otro de los aspectos más interesantes de la visita a Pompeya es poder ver los moldes de yeso de las víctimas de la erupción. Estos fueron creados vertiendo yeso líquido en los huecos dejados por los cuerpos descompuestos en la ceniza endurecida, capturando las últimas poses de los residentes en sus momentos finales.

A día de hoy, Pompeya sigue siendo un sitio activo de investigación arqueológica. Nuevos descubrimientos y restauraciones siguen realizándose continuamente enriqueciendo la comprensión sobre este complejo urbano antiguo. Pompeya no solo es un punto de interés turístico; también es un lugar clave para aprender sobre la ingeniería, arquitectura, economía y vida social del Imperio Romano. Por eso creemos que un lugar que imperdible si visitas Nápoles.

¿Qué ver en Nápoles? Día 4

Para la cuarta y última jornada en la ciudad italiana, habíamos pensado inicialmente realizar una excursión al palacio real de Caserta. No obstante, debido a la logísitica decidimos disfrutar del último día en la misma ciudad para descubrir otros rincones quizás menos conocidos pero que nos sorprendieron muy positivamente.

Palacio y Bosque Real de Capodimonte

En primer lugar, nos acercamos a conocer el Palacio y Bosque Real de Capodimonte,uno de los museos y parques más importantes de Nápoles, ubicado en una colina que ofrece vistas espectaculares de la ciudad y sus alrededores. Originalmente diseñado como una residencia de caza para los reyes de las Dos Sicilias, el complejo de Capodimonte alberga una extensa colección de arte y sirve como un parque público amplio y tranquilo.

Palacio de Capodimonte

Construido en el siglo XVIII por Carlos de Borbón, quien más tarde se convirtió en Carlos III de España, el Palacio de Capodimonte fue diseñado inicialmente para albergar la vasta colección de arte de la familia Farnesio, la cual heredó. A lo largo de los años, se ha convertido en un museo que ofrece una extensa colección de obras de arte históricas, incluidos importantes trabajos de artistas como Tiziano, Caravaggio, y Rafael.

Además de las pinturas y esculturas, el museo también es famoso por su colección de arte decorativo que incluye porcelana, cristalería, y mobiliario histórico. Entre los tesoros del museo se encuentran piezas de la renombrada porcelana de Capodimonte, conocida por su calidad y belleza. La manufactura de Capodimonte fue establecida por Carlos VII de Nápoles en el siglo XVIII, produciendo porcelanas que rivalizaban con las mejores de Europa en ese momento.

Porcelana de Capodimonte, Palacio de Capodimonte, Nápoles

Esta porcelana es especialmente apreciada por su detalle fino y sus intrincadas figuras que a menudo representan escenas del periodo barroco y rococó. Hoy en día, las piezas de Capodimonte son consideradas altamente coleccionables y son un testimonio del arte y la artesanía de la época.

En el interior, nos llamó especialmente la atención el Salón de Baile, un ejemplo exquisito del arte decorativo del siglo XVIII, con elaborados frescos en el techo, opulentas lámparas de araña, y un suelo de madera pulida que refleja la elegancia de la época. Asimismo, es notable la Sala de los tapices de la batalla de Pavia, con una impresionante colleción de tápices flamencos.

El parque que rodea el palacio abarca aproximadamente 134 hectáreas de bosques, jardines y áreas verdes, ofreciendo un espacio de tranquilidad y una escapada del bullicio de la ciudad.

Catacumbas de San Genaro

Las Catacumbas de San Gennaro son una de las visitas subterráneas más fascinantes de Nápoles, ubicadas en el área norte de la ciudad, cerca del barrio de Capodimonte. Estas catacumbas son especialmente importantes tanto desde el punto de vista histórico como religioso, siendo el lugar de entierro de San Gennaro, el patrón de Nápoles.

Las catacumbas datan del siglo II d.C. y fueron expandiéndose durante los siglos siguientes, especialmente en el siglo V, cuando se convirtieron en un importante centro de culto cristiano.

El complejo subterráneo está dividido en dos niveles principales, ambos llenos de capillas, criptas, y mosaicos que datan de diferentes períodos de la historia temprana del cristianismo. El principal atractivo de las catacumbas es la tumba de San Gennaro, quien fue trasladado aquí en el siglo V. Aunque sus restos fueron movidos más tarde a la Catedral de Nápoles (Duomo di Napoli), el sitio sigue siendo un lugar de peregrinación.

Las visitas a las catacumbas son guiadas siendo la duración de apróximadamente una hora. El precio es de 9€ (con descuento Arte Card).

Estación de metro de Via Toledo

Acabamos nuestro cuarto y último día en Nápoles con una rápida visita a la estación de metro de Toledo en Nápoles. Esta peculiar estación de metro fue inaugurada en 2012 y forma parte del proyecto de arte del metro de Nápoles, que busca convertir las estaciones de metro en «galerías de arte subterráneas».

La estación de Toledo es obra del arquitecto español Óscar Tusquets Blanca. Se caracteriza por un diseño moderno que utiliza la luz y el espacio para crear una atmósfera única. El tema de la estación es el agua y la luz, lo que se refleja en su decoración y estructura. Uno de los elementos más impresionantes de la estación es el «Cráter de Luz», un cono que va desde la superficie hasta el nivel inferior de la estación, compuesto por paneles de vidrio que cambian de color, representando el paso del agua hacia el mar.

Estación de metro de Toledo, Nápoles

¿Qué comer en Nápoles?

Nápoles es una ciudad conocida por su rica tradición culinaria, que ofrece una variedad de platos que reflejan su historia y su cultura. La comida en Nápoles es famosa mundialmente, especialmente por su pizza, pero hay mucho más platos que probar en su cocina.

Platos Típicos de Nápoles

1. Pizza Napoletana: La pizza napolitana es famosa por su base delgada y bordes gruesos y esponjosos, conocidos como «cornicione». La más tradicional es la Pizza Margherita, adornada simplemente con tomate, mozzarella de búfala, albahaca fresca y aceite de oliva. También es popular la pizza al portafoglio, que es una pizza más pequeña, doblada en cuatro, ideal para comer sobre la marcha, y la pizza fritta, que es una pizza rellena, usualmente de ricota y salami, que se fríe en lugar de hornearse.
Algunos lugares donde puedes probar la auténtica pizza napolitana son la Pizzeria Da Michele, Pizzeria di Matteo o la Pizza e Trattoria al 22.
Tampoco podéis dejar de probar la famosa pizza fritta. El sabor de la masa recuerda a los churros, pero con el relleno de pizza. Una versión rica y distinta aunque personalmente me quedo con la pizza tradicional. Un buen sitio para catar está singular especialidad es en Antica Pizza Fritta da Zia Esterina Sorbillo.
Auténtica Pizza Napoletana en Nápoles
2. Pasta y otras especialiades: Las pastas también son una parte fundamental de la gastronomía napolitana. Platos como los «Spaghetti alle vongole» (espaguetis con almejas) y la «Pasta e fagioli» (pasta con frijoles) son clásicos. La «Gnocchi alla sorrentina», preparada con salsa de tomate, mozzarella y albahaca, es otro plato destacado.
El ragú napolitano es otro plato clásico que no puede faltar en una exploración de la cocina napolitana. A diferencia del ragú boloñés, que es más conocido internacionalmente, el ragú napolitano se cocina a fuego muy lento durante varias horas, lo que permite que los sabores de la carne, usualmente ternera o cerdo, se fusionen profundamente con el tomate y las hierbas aromáticas. Tradicionalmente, este ragú se sirve con pasta, especialmente con tipos más gruesos como ziti o tagliatelle, que capturan bien la salsa.
3. Dulces: Nápoles es también famosa por sus delicias dulces. La sfogliatella, un pastelito de hojaldre relleno de ricota, semolina, fruta confitada y especias, es un bocadillo tradicional tanto en su versión crujiente («sfogliatella riccia») como en la suave («sfogliatella frolla»). Este dulce trae sus origines en el renacimiento napolitano, allá por el 1600 y es una auténtica delicia. Se sirve caliente y cuesta 2.80€ la unidad. Aunque no es muy grande es bastante contundente.  Por último, el babá al ron, un bizcocho empapado en ron o a veces en un jarabe de limoncello.

Algunas recomendaciones a nivel personal son los helados artesanales Corno Gelato, la Pasticceria Lucianl Mazzone (el pastel relleno de pistacho es impresionante), Sflogiate e sflogiatelle (una de las mejores Sflogiatella que probamos en Nápoles).

4. Bebidas: Acompañando a estos platos, no puede faltar un buen café italiano, y en Nápoles, el espresso es una verdadera institución. Para algo más fuerte, el limoncello, un licor dulce y potente hecho con los famosos limones de la costa Amalfitana, es una excelente opción.

Información práctica

  • Para hacer esta ruta nos resultó bastante práctico contar con el Napple Pass 49.90€. Si bien el coste puede parecer algo elevado, si vas a visitar los monumentos que te proponemos en este artículo supone un ahorro considerable. Puedes adquirir esta tarjeta directamente a través de la página oficial.
  • En Nápoles encontramos una amplia y variada oferta de alojamiento a precios ligeramente más económicos que en otras ciudades italianas. Os dejamos el enlace con toda la mejor oferta de alojamiento en Nápoles.

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