Excursión a la Finca de Ternelles y al Castell del Rei

Hoy os llevamos al norte de la isla de Mallorca a través del precioso valle de Ternelles, en el municipio de Pollença, para realizar una las excursiones más bonitas de la isla y que más ganas teníamos de hacer. La peculiaridad de este recorrido es que el acceso al camí de Ternelles, por el cual discurre la excursión, está limitado tanto en el número de personas que pueden acceder como en los horarios de visita, por lo que si queréis disfrutar de este lugar tendréis que seguir las instrucciones que os dejamos más abajo. Ello no quita que se trate de un itinerario único, lleno de contrastes y con mucha historia lo que lo convierte en una excursión realmente atractiva. A lo largo del recorrido pasaremos junto a una antigua acequia romana, atravesaremos un precioso encinar, veremos de cerca las ruinas del Castell del Rei (Castillo del Rey) que data del siglo XIII y nos maravillaremos con las vistas de cala Castell.

Tengo que confesar que antes de visitar la finca solo tenía en mente conocer de cerca el Castell del Rei, uno de los tres castillos roqueros de Mallorca (junto con el castillo de Alaró y el castillo de  Santueri) pero la verdad es que la finca nos sorprendió muy gratamente. A pesar de la polémica que hay detrás, creo que su preservación debe primar ante todo.

Puente romano de Pollensa

¿Cómo llegar?

Si venimos desde Palma, tomaremos la autopista Ma-13 en dirección Alcudia y nos desviaremos en la salida 40 cuando veamos las indicaciones hacia Pollença. Ya en Pollença, podremos dejar los coches cerca del Puente Romano,  el único que se conserva de la época en las Islas Baleares. Desde el puente veremos las primeras indicaciones al «Cami de Ternelles» que deberemos seguir durante cerca de 2km antes de llegar al inicio de la excursión. Este tramo es bastante estrecho y no hay sitio para aparcar, es por ello que recomendamos dejar el coche junto al puente.

¿Preparar la visita a la finca de Ternelles – Castillo del Rei?

La finca de Ternelles es una finca privada que pertenece a la archiconocida familia March. La polémica en torno a la finca es la eterna lucha entre la propiedad y el ayuntamiento y grupos de excursionistas en relación a una histórica servidumbre de paso. A todo esto se le suma que el camí de Ternelles recorre algunas áreas de exclusión (ZEPA) y qué en el castillo del Rei se está trabajando en aumentar la población de buitres negros los cuales anidan en el castillo. Todo ello ha repercutido que a fecha actual, la finca solo sea accesible previa obtención de un permiso y con un guía que acompaña a los senderistas durante todo el camino. Sin entrar a valorar la bondad de estas limitaciones, la verdad que para nosotros no supuso ningún impedimento y el guía fue muy amable y nos aportó información durante el itinerario muy interesante. Además, os facilitarán unos prismáticos a la entrada con los que podréis observar los buitres y el castillo de cerca 😉

La excursión empieza a las 9:30h y acaba aproximadamente sobre las 15h. Aunque parezcan muchas horas el recorrido reviste poca dificultad y se hace bastante ameno ya se hacen diversas paradas.

Para reservar podéis acceder al siguiente enlace (la reserva es gratuita):

El camino de Ternelles

Como decíamos, el camino de Ternelles empieza desde el pueblo de Pollença y seguiremos las indicaciones hasta llegar a la barrera que marca el inicio de la finca de Ternelles y de la excursión. Allí nos recibe el guía que tras dar a cada uno de los senderistas unos prismáticos da por comenzada la excursión.  En este primer tramo  nos acompaña la acequia de Ternelles, ya documentada en época romana. Desde la barrera y formando un grupo de apenas 10 personas contando al guía, iniciamos el recorrido dejando a nuestra izquierda el torrente que en esta época del año desciende con bastante agua. El cauce de agua nos acompañará durante la mayor parte del recorrido.

Desde el primer momento os daréis cuenta que el camino y el entorno están exquisitamente cuidados. Atravesaremos primero un precioso encinar que, a medida que avancemos, irá dejando paso a un bosque de pinos.  Durante la visita descubriremos diferentes construcciones de montaña como los hornos de cal o un antiguo molino de sangre. Todo ello acompañado del sonido del agua que desciende alegremente por el torrente.

El guía nos mantiene atentos para que no dejemos ver algunas de las aves que habitan en la zona. Durante el recorrido avistamos buitres negros, águilas y cernícalos. En tierra firme las ovejas pastan a sus anchas a lo largo de la finca. En más de una ocasión tuvimos que hacer una parada para no estorbar el paso del rebaño.

En general, el camino tiene baja dificultad y los desniveles son moderados. Tras aproximadamente 5 km andando llegaremos a una gran explanada desde donde avistaremos el Castell del Rei.  Atrás dejamos una fabulosa imagen del Puig Tomir (1100m), en esta ocasión cubierto de blanco.

cami de ternelles puig tomircami de ternelles castell del rei

El  Castell del Rei (castillo del Rey) .

Encaramado en un promontorio rocoso de 492m de altura, encontramos uno de los tres castillos roqueros de Mallorca, probablemente el más desconocido de todos. Los orígenes del castillo del Rei no se conocen con certeza. Algunos restos de la época talayótica nos dan alguna pista de su origen prehistórico, aunque de lo que no cabe duda es que el lugar ya fue ocupado en la época romana como fortificación o atalaya de control. Durante la época musulmana, fue uno de los reductos de resistencia frente a la reconquista cristiana. Aunque sin duda su mayor papel histórico tuvo lugar allá por el 1343 cuando se convirtió, también, en el último lugar de resistencia de los fieles al Jaime III y el Reino de Mallorca tras su anexión por parte de Pedro El Cerimonioso a la Corona de Aragón. Tras su anexión el castillo únicamente se usó como atalaya hasta el siglo XVIII cuando quedó prácticamente abandonado.

El castell del Rei, catalogado como Bien de Interés Cultural, presenta las características propias de los castillos roqueros. Esto es, una situación inexpugnable con excelentes vistas y un marcado carácter medieval con murallas y torres defensivas que han llegado a la actualidad en estado ruinoso.  Actualmente no es posible visitar el castillo por lo que nos tendremos que conformar con sacar las fotos desde el camino.

Cala Castell

Aunque la excursión finaliza en la cala, en esta ocasión nos conformamos con disfrutar de las magníficas vistas sin bajar hasta la orilla. Bajar a cala Castell supone alargar la excursión al menos unos dos km y otros dos a la vuelta, éstos últimos con una prolongada pendiente. Así que, decidimos dejarlo para otra ocasión y hacer una parada para comer nuestros bocatas disfrutando de las vistas panorámicas de este enclave de la costa norte mallorquina. La vista alcanza desde Cala Castell hasta el cabo de Formentor, pasando por punta Galera, punta Topina, Cala Estremer o la serra del Cavall Bernat. Sin duda un paisaje único y que bien merece la caminata.

A la vuelta, el guía nos propone regresar por una camino diferente. Esta variante discurre por un sendero que va cogiendo altura  y que nos regalará imágenes muy bonitas.

El camino nos llevará de nuevo al inicio de la excursión dónde daremos por terminada la jornada con muy buen sabor de boca. No podemos más que recomendar que descubráis este idílico rincón de la sierra de Tramutana.

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