A los pies de la Sierra Nevada a 1200m de altitud, coronando la tranquila villa que lleva su nombre, se erige el imponente castillo de La Calahorra. El castillo de La Calahorra domina la comarca del marquesado del Cenete, en la provincia de Granada y es, en mi opinión,, uno de los castillos más espectaculares de España. El castillo constituye una de las primeras muestras del renacimiento en la arquitectura civil española. A pesar de ello, y sorprendentemente, también es uno de los más olvidados.
Accedemos fácilmente a La Calahorra desde la A-92 entre Granada y Almería y en pocos minutos llegamos al pueblo. El pueblo es muy pequeño y algo dejado, pero merece la pena dar un breve paseo por sus calles. Encontraremos algunos bares y restaurantes para tomar algo antes de subir al castillo.
En temporada baja no esperéis ningún tipo de infraestructura ni servicio turístico. Tras preguntar a un paisano, nos indicó como subir al castillo por un camino de tierra lleno de baches y nos dijo que con un poco de suerte encontraríamos el castillo abierto para la visita. Aun así se agradece la tranquilidad de los días de invierno para descubrir lugares como éste.
El castillo de la Calahorra fue construido entre 1509 y 1512 sobre una antigua fortaleza árabe que dominaba previamente el cerro. El castillo fue declarado monumento nacional y en la actualidad pertenece a la Casa del duque del Infantado aunque extrañamente ha quedado en un estado casi de abandono.
A pesar del aparente carácter militar del exterior el castillo nos ofrece en su interior una imagen elegante que sorprende al visitante. Y es que en su construcción se importaron de Italia tanto materiales como técnicas, encargándose su ejecución al genovés Michele Carlone quien se valió de los nuevos aires renancentistas que surgían en Italia y de materiales como el
El acceso al interior se realiza por su única puerta situada en uno de los laterales que según nos cuentan es la original del castillo. Sobre el portón de acceso se sitúa un escudo de los Fonseca. Una vez dentro nos recibe el encargado de la visita que nos llevará por las distintas estancias del castillo y nos explicará su historia.
Sin duda alguna lo que más nos sorprende del castillo es su opulento patio principal. El patio de planta cuadrada está rodeado de dos plantas de galerías con arcos sobre columnas corintias creando un fuerte contraste con el exterior. La verdad que uno no espera encontrarse con semejante obra y sin apenas re
Cada esquina está fuertemente decorada con motivos florales y guirnaldas. Además, en diversos rincones sobresalen los escudos de armas de los Mendoza y Fonseca, familias fuertemente ligadas a la historia del castillo. Con esta visión recorremos las galerías cubiertas con bóvedas de arista y nos asomamos sobre su balaustrada de mármol de carrara.
Lamentablemente las estancias se encuentran prácticamente vacías sin apenas mobiliario por lo que únicamente podemos destacar son sus grandes dimensiones, los elementos decorativos de las chimeneas y sobre todo los bellos artesonados que cubren sus techos. Suficiente parece hacerse la idea de la grandeza que tuvo el castillo – palacio.
Asimismo, podemos observar la detallada decoración de las puertas de las dependencias interiores. Entre las más relevantes están las de la Sala de la Justicia, el Salón de Occidente, y el Salón de los Marqueses. Todas ellas decoradas con diferentes motivos ornamentales como animales, seres fantásticos, plantas, elementos grecorromanos…La que más nos encandiló fue la portada del Salón de los Marqueses en forma de arco de triunfo romano, decorada con elementos de la mitología clásica. En ella podemos observar los relieves de Hércules, del dios Apolo y las diosas de la Fortuna y la Abundancia. Además, se encuentran talladas las representaciones sobre de la batalla de Hñércules contra hidra de Lerna y el toro de Creta.
Finalmente, de nuestra visita remarcar la escalera monumental y un alargado y claustrofóbico calabozo situado en la parte superior del castillo.
La sensación que nos llevamos es muy buena aunque de nuevo nos sorprende la poca «propaganda» que se hace del castillo en comparación a otros lugares. El conjunto entero es una verdadera obra de arte la cual gracias a sus propietarios se ha mantenido intacta hasta nuestros días, a diferencia de lo que ocurrió con su homónimo el Castillo de Velez-Blanco cuyo patio está actualmente expuesto en el Museo Metropolitan de Nueva York.
Información Práctica – Castillo de La Calahorra
- El castillo está en manos privadas aunque con carácter general los miércoles es posible visitar su interior. Para ello debemos contactar con el encargado de las visitas o probar suerte un miércoles. Os dejo este teléfono de contacto que encontrado en una página web de la junta de andalucía: 958677098.